Primero de Mayo
Este domingo, los sindicatos retomarán la festividad del 1º de Mayo tras las suspensiones obligadas por la pandemia. En la capital, UGT y CCOO celebrarán la efeméride conjuntamente con una manifestación que saldrá, como es habitual, desde la estación del tren convencional y recorrerá las calles más céntricas de la ciudad. Las sensaciones en ambos sindicatos son agridulces porque, por un lado, recuperan uno de los símbolos de la lucha sindical con un saludable carácter de unidad de acción, pero, por otro, y a pesar de lo mucho conseguido en los últimos tiempos, coinciden en que hay muchas circunstancias que empañan la celebración.
Lo cierto es que hay muchos claroscuros que pueden influir en cómo abordar una fecha tan señalada. Las últimas cifras de la Encuesta de Población Activa conocidas este jueves destacan en el primer trimestre del año se han perdido en la provincia 600 empleos respecto al mismo periodo de 2021... un nubarrón a tener en cuenta, aunque tanto en términos interanuales como en el histórico de los últimos años el descenso del paro en la provincia es notable.
Y no es menos cierto que la aplicación del nuevo marco laboral ha reducido notablemente la temporalidad de los nuevos contratos. De hecho, se están registrando cifras récord en la contratación indefinida, con un 16 por ciento frente a los máximos mensuales de un 7 por ciento que se venía registrando en la provincia de Cuenca, lo que supone mejorar muchos aspectos que facilitan la labor en los tajos además de permitir que, aunque no en el porcentaje deseado, la igualdad entre sexos gane terreno y que las pensiones y el salario mínimo interprofesional mejoren de forma ostensible ... haces de luz que contribuyen a iluminar el negro panorama. Por contra, la sonrisa de los sindicatos vuelve a agriarse ante los efectos de la guerra en Ucrania, que ha disparado la inflación y ha elevado hasta la estratosfera los precios de la energía, las materias primas y la cesta de la compra.
Esta situación ya podría eliminar “per se” las ganas de celebrar el Primero de Mayo, pero si algo deben mantener los sindicatos es su optimismo y un indomable espíritu de lucha por los intereses de los trabajadores, unos intereses que, según hemos podido comprobar, se van paulatinamente alcanzando gracias a políticas positivas que deben mantenerse en el tiempo.
Pongamos pues al mal tiempo buena cara, aunque en muchas ocasiones resulte imposible cuando nos vienen a la memoria imágenes de barbarie que vemos a diario. A pesar de las guerras, de la pandemia que vuelve con fuerza tras la Semana Santa y de las inseguridades que ofrece actualmente la economía en todo el mundo, siempre nos quedará la alternativa de pensar que de todos estos males se aprende y que de las crisis se puede salir reforzado, porque sólo se puede salir del agujero cuando ya se ha tocado fondo. Y, por qué no, pongamos también libros en nuestras vidas ahora que se está desarrollando la VIII Edición del Festival Casas Ahorcadas, cada vez más un referente brillante de la novela negra española, y que la semana que viene va a comenzar una nueva edición de la Feria del Libro ‘Cuenca Lee”. Leer siempre enriquece y con la que está cayendo, créannos, a todos nos hace falta algo de evasión.
