Una petición más que justa

Poeta, crítico literario y editor, Carlos Morales es uno de los nombres de referencia del hacer literario conquense contemporáneo. Nacido en noviembre de 1959 en Tarancón une a su condición de reconocido escritor la encomiable labor de haber mantenido viva tras el fallecimiento, en 1997, de su creador Carlos de la Rica, la presencia editorial, con la publicación de más de un centenar de títulos, de la colección El Toro de Barro, la segunda en antigüedad tras la emblemática Adonais de Ediciones Rialp de las que dedicadas a la poesía perviven hoy en día en nuestro país, en una trayectoria que ha sumado también la atención a la lírica sefardí actual con la creación en colaboración con la poeta Margalit Matitiahu de los llamados Kuadrinos Sefardies y a la surgida a partir del Holocausto con la puesta en marcha de la colección, en este caso en colaboración con Jaime Vandor, Poesía internacional del Holocausto, trágico acontecimiento tema asimismo de su única pieza teatral conocida “Guantes de piel humana” escrita en comandita con Julio Clemente Lourtau. A esta faceta estrictamente literaria que le ha llevado a producir una poesía que en palabras de Ángel Luis Luján trata temas tan centrales de la modernidad lírica como la reflexión sobre el propio hacer poético, la relación de la escritura con lo sagrado y la búsqueda de un espacio fundacional de la experiencia, y en cuyo repaso habría que incluir también sus numerosos contactos internacionales y su atención, en su faceta de crítico literario, al denominado Realismo Mágico de autores como Ángel Crespo y Gabino Alejandro Carriedo o a la obra de Federico Muelas y del ya mencionado Carlos de la Rica, hay que añadir sus esfuerzos por contribuir al entendimiento entre la literatura palestina e israelí con, por ejemplo, su asistencia al Congreso de escritores pacifistas árabes e israelíes de Meghar en el año 2002 o la publicación ese mismo año de la antología “Coexistence” que integraba poemas de autores de esas procedencias. Aunque seriamente mermado por los sucesivos problemas de salud que le han ido afectando mantiene una intensa actividad en internet a través de sus blogs “El Toro de Barro”, “Made in Auschwitz” y “Cartas en la noche”, y prepara con especial dedicación sendas antologías dedicadas respectivamente a, nuevamente, la poesía del Holocausto y a poetas argentinos, mexicanos y españoles contemporáneos con especial atención en el apartado hispano a nombres a veces no suficientemente presentes en otras selecciones al uso. Por todo ello parece más que justa y aplaudible la iniciativa surgida entre sus paisanos pidiendo que su población natal ponga su nombre a una de sus calles, una iniciativa que viene recogiendo firmas de apoyo tanto de manera física en la propia Tarancón y en otros puntos de nuestra provincia, incluida Cuenca capital, como a través de la red en www.change.org bajo el epígrafe “Una calle para el poeta Carlos Morales del Coso en su natal Tarancón” (http://chng.it/crXwmgj5nP) Una iniciativa a la que, desde esta mi semanal presencia, les animo a unirse.