Padre, ¿por qué solo en marzo?

¿Por qué solo quererte un día de marzo? Y, ¿solo recordarte un día de marzo? ¿Por qué solo besarte un día de marzo? Pienso que mi recuerdo, es más que marzo, y pienso que mi cariño es más eterno; y creo que mis vivencias, son más grandes, que una docena de besos, solo en marzo.

Si tú me quisiste por noviembre, y por diciembre, también tu me quisiste, ¿por qué solo puedo por un día regalarte mis besos y caricias?

No quiero depender del mes de marzo; para llenarte de abrazos lisonjeros, quiero tenerte conmigo de por vida igual me da febrero que septiembre, sintiendo lo mismo por diciembre.

Si tú cogías mi mano por abril, y dirigías mis pasos en verano no me resigno a quererte solo en marzo. ¡Padre! Quiero adorarte ¡todo el año!