La normalidad era esto
He vuelto a algunas conversaciones de bar y eso te hace estar más cerca del suelo. Las cosas que realmente preocupan a las personas están alrededor de una barra y, esta semana, en China. Y es que resulta que en el gigante asiático están realizando largos cortes de electricidad, y debe ser que, cuando China estornuda, Cuenca se constipa; aunque cada uno a su manera. Había quien sufría por la temperatura de la cerveza ante la posibilidad de que llegue pronto esta nueva pandemia china, quien temía por su vitro e, incluso, por la wifi. Y es que, claro, decían en el bar que en algunos lugares de China tienen cortes de luz de hasta una semana —estarán ahorrando— y si se junta eso con una nueva ola de Covid y nos confinan, puede ser la tormenta perfecta. Entonces me di cuenta de que en esas circunstancias habría dos tipos de personas: Las que tienen escopeta y las que no; las que tienen pueblo y las que no. Pero independientemente del lado en el estuvieses, todos tendríamos que ser héroes; y en este país los héroes siempre pierden. Porque nuestro héroe no es el Cid; sino Quijote; porque nuestros héroes no son los marines; sino los sanitarios. Y los sanitarios son los que salen a la calle estos días en Andalucía y Madrid para no desaparecer mientras las palmas, ahora, son para sus verdugos. ¡Viva el liberalismo! ¡Viva Suiza y la madre superiora!