Más que balonmano: cuando la inclusión llena el Sargal de orgullo y ovaciones
En una sociedad que avanza hacia la equidad y la inclusión, el deporte se alza como una de las herramientas más poderosas para romper barreras, generar oportunidades y crear comunidad. En Castilla-La Mancha, el impulso del balonmano inclusivo no solo representa una forma de practicar actividad física, sino una auténtica declaración de principios. Un ejemplo inspirador lo encontramos en el equipo Balonmano ASPADEC-CIUDAD ENCANTADA, que ha sabido demostrar que cuando el deporte se abre a todos, todos ganamos.
Este equipo no solo compite: visibiliza, emociona y transforma. Formado por personas con discapacidad intelectual, el conjunto ha sabido ganarse el respeto y el cariño de la afición conquense por méritos que van más allá de los resultados deportivos. El aplauso que reciben en El Sargal no es condescendiente ni simbólico: es sincero, es merecido. Porque cuando una persona se siente valorada, reconocida y parte de algo más grande, se produce una auténtica revolución en su autoestima, en su ilusión y en su proyecto de vida.
La participación de ASPADEC-CIUDAD ENCANTADA va más allá del campo de juego. Su colaboración activa en tareas tan importantes como el servicio de catering y el control de accesos al recinto durante los partidos demuestra que la inclusión no es una idea abstracta, sino una realidad tangible que puede integrarse en todos los ámbitos de un club deportivo. De este modo, no solo se promueve su integración laboral y social, sino que se transmite un mensaje potente a toda la comunidad: las personas con discapacidad intelectual tienen mucho que aportar y merecen tener su espacio, su reconocimiento y su ovación.
Potenciar este tipo de iniciativas en CLM no solo responde a una cuestión de justicia social; también fortalece los valores del deporte: el trabajo en equipo, la superación, el respeto y la solidaridad. Si desde las instituciones públicas, los clubes y la sociedad civil se apuesta con firmeza por el balonmano inclusivo, Castilla-La Mancha no solo formará mejores deportistas, sino mejores personas.
El ejemplo del Balonmano ASPADEC-CIUDAD ENCANTADA debe ser un faro. En tiempos donde a menudo se premia el individualismo y el resultado rápido, este equipo nos recuerda lo esencial: que el deporte puede ser una herramienta de cambio, una escuela de vida y un motivo de orgullo colectivo. En Cuenca, en El Sargal, ya lo han entendido. Ahora es tiempo de que todo CLM lo abrace como una de sus grandes banderas.