II República
Estamos en el mes de abril de 2014. Desde hace un año la situación por la que está pasando nuestro país no es mejor, sino peor a nuestro juicio, por más que el Gobierno, ahora ayudado por el PSOE, intente hacernos creer que ya estamos saliendo de la crisis.
En este tiempo hemos conseguido caer más bajo: ya somos el segundo país de Europa con más niños pobres. La deuda pública se ha incrementado en 77.000 millones de Euros. El paro no baja del 26%. La economía sumergida, el dinero negro, ronda en nuestra provincia el 30 % de todo lo que produce. La precarización laboral es cada vez mayor. Menos trabajadores activos. Mayor número de familias sin ingresos. La corrupción sigue sin atajarse…
Ante este estado de cosas, el Gobierno opta por recortar las libertades, la Justicia y la protesta social para criminalizar los efectos sin tocar las causas.
Hemos visto como más de un millón de personas se deban cita en Madrid en las Marchas de la Dignidad para denunciar todo anterior, pero solo se ha informado de los incidentes.
El resumen es que los poderes económicos y sus servidores en el Parlamento tienen la intención política y social de empobrecer a la mayoría social trabajadora y precarizar su forma de vida con el mantenimiento de un sistema corrupto que recorta derechos y libertades haciéndose cada vez más represivo.
Más que nunca se hace necesario un cambio de nuestra sociedad, una alternativa a este sistema bipartidista cuyo único objetivo es mantener a toda costa la herencia de una Transición cuyo modelo de Estado no se sustenta ya.
Se impone ante todo esto un cambio del modelo de Estado que empiece por implantar una Jefatura de Estado democrática que sustituya a la monarquía, sistema este que representa todo lo contrario: los derechos de sangre, que vulnera la igualdad de derechos de todos los ciudadanos y hace al Jefe de Estado irresponsable ante la Ley, prebenda ésta injustificable en el siglo XXI. En estos momentos la Jefatura del Estado se enfrenta a un desprestigio que es imposible silenciar y cada vez son más las voces que preguntan por la participación del Rey en los acontecimientos del 23-F, para lo cual siguen sin hacerse públicos los documentos existentes.
La alternativa republicana que IU propone no es solo que en vez de rey haya un presidente. El concepto República está ligado a un contenido: igualdad social, democracia, ética, libertad, y eso es incompatible con la presencia de un soberano. Se ha de asentar en un verdadero estado democrático donde la participación directa de los ciudadanos sea una realidad.
Estamos sin duda ante la misma necesidad que en 1.931 los españoles sintieron, y que se plasmaron en la proclamación de la II República el día 14 de Abril. Ese cambio de modelo de estado dio paso a reformas como la regulación del derecho de Huelga, el impulso a la educación, la jornada laboral de 8 horas, el divorcio, el derecho del voto a la mujer….sin duda de no haber prosperado el golpe de estado de 1.936 nuestro país hubiera avanzado mucho más.
Pero ahora, tras más de 30 años desde la aprobación de la Constitución, vemos que los derechos que allí se reconocen son vulnerados. El Estado en lugar de ser aconfesional está cada día más al servicio de la Iglesia Católica y no todos somos iguales ante la Justicia. La Ley de Memoria Histórica sigue sin cumplirse, y se impide que se haga Justicia con las víctimas del franquismo.
Desde Izquierda Unida queremos volver a rendir homenaje a todos aquellos que dejaron su vida en la lucha por la libertad y contra el fascismo, durante la guerra y posteriormente contra la dictadura.
Es necesaria la instauración de un Estado republicano: hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos a participar en todas aquellas movilizaciones y actos convocados con motivo de la celebración del 83 aniversario de la proclamación de la II República.