Es noticia en Cuenca: Libros Asociación Esclerosis Múltiple Cuenca Hospedería de Uña Restauración Flamenco Bienestar Social Teatro Auditorio de Cuenca

Cualquier postura insolidaria es un atentado contra el hombre

Este 11 de agosto de 2021 me di de bruces con un artículo de opinión de Pedro J. García Hidalgo titulado “Paco Nuñez”. Alguien como yo, menos astuto, ingenioso y versado que Pedro J, García Hidalgo pero con una profunda memoria de su desastrosa, desgraciada y funesta etapa como Concejal del PP en el Ayuntamiento de Cuenca, debo recurrir a mi admirado Emilio Lledó Iñigo, Profesor y Filósofo sevillano a quien pertenece el título de esta opinión “Cualquier postura insolidaria es un atentado contra el hombre”. Gracias, querido Emilio, por echar una mano a mi exigua, limitada y corta capacidad intelectual para poder hacer pública una reflexión que espero y deseo nos ayude a muchos a apartar de responsabilidades políticas a personajes, actores o protagonistas tan aciagos y funestos como Pedro J. García Hidalgo.

Dice en su artículo “ahora que estoy fuera de la actividad política, que no tengo cargo público ni orgánico, puedo llamar a mi presidente regional y él me responderá”; estas cosas, dice Pedro J. García Hidalgo hacen al señor Paco Núñez distinto, diferente, le ponen cara de Presidente Regional y ayudan a que este señor confíe en él.

¡Qué pena, penita, pena! Que el señor Nuñez coja el teléfono a García Hidalgo es un detalle de enorme importancia y a lo mejor, hacemos de la desastrosa, funesta y desgraciada etapa de un Concejal de Cuenca, un potente, robusto, poderoso y eficaz Consejero del Gobierno del Señor Nuñez… ¡Dios no lo permita!

Siempre he sustentado que las personas que nos dedicamos, posiblemente con muchos desaciertos, a luchar por la mejora de la calidad de vida y los derechos de las personas discapacitadas, mayores, mujeres y personas en riesgo de exclusión social, no podemos, ni debemos hacer política, pero sí podemos y debemos denunciar los atentados contra estos colectivos y ser agradecidos con las personas que los comparten y nos ayudan en esta lucha tan complicada, ardua y difícil.

Permítame, señor Nuñez, dado que usted no me quiso coger el teléfono cuando intenté, por todos los medios, pedirle que parase los pies al señor Pedro J. García Hidalgo, gran amante del cine e imitador de Don Vito Corleone amenazando, acosando, persiguiendo y hostigando siete personas con discapacidad intelectual hasta que, después de haber trabajado durante catorce años, gracias a un convenio de colaboración firmado con Don José Manuel Martínez Cenzano, Alcalde de Cuenca en ese momento, tener ganado el corazón de los vecinos de la ciudad y demostrar su buen hacer en la limpieza y mantenimiento de jardines en diversos entornos de la ciudad, consiguió, utilizando incluso patrullas de la policía local, que fueran echados de su trabajo y que retornasen, de nuevo, a la Granja-Escuela “El Terminillo”.

Si cualquier postura insolidaria es un atentado contra el hombre, tan insolidaria fue la del señor Pedro J. García Hidalgo, como lo fue la suya, señor Nuñez. ¡Y mira que no era usted del agrado del señor García Hidalgo!

Todos los padres y todas las madres del mundo llenan su mochila de esperanza, ilusión y optimismo hasta que, en muchas ocasiones, descubren que sus hijos tienen una discapacidad. A partir de ese momento saben que tendrán que luchar contra la arrogancia y la incomprensión de muchas personas: saben que no pueden, ni deben,  callar ante posturas tan insolidarias como la del señor Pedro J. García Hidalgo. No me mueve, señor García Hidalgo, nada en lo personal; llevo mucho tiempo indignado con su prepotencia, abuso y despotismo con unos jóvenes que son un ejemplo de energía, resistencia y valor; jóvenes que le recordarán, siempre, su atentado contra las personas con discapacidad intelectual y su gozo, alegría y satisfacción porque los ciudadanos le pusiesen a usted donde se merece; es decir, en la puñetera calle.