"Uno se da cuenta a posteriori de que estuvo en el mejor lugar donde se hacía ciencia"

El legado de la gran científica Margarita Salas es, a la par que valioso, muy extenso, y entre todo ese culmen de aportes científicos y conocimiento se encuentra Ángel Zaballos. Natural de Huélamo, actualmente es el director de la Unidad de Genómica del Instituto de Salud Carlos III, pero entre las muchas distinciones de su currículum guarda y presume de una con especial cariño, el haber trabajado junto a la eminente científica.

“Cuando entré en el laboratorio de Margarita Salas, allá por 1983, no tenía ni idea de lo que significaba la investigación y desconocía la trayectoria de Margarita en aquel momento. Uno se da cuenta posteriormente de que estaba en el mejor sitio donde podía estar, seguramente donde se hacía la mejor ciencia básica en aquellos momentos. Trabajar con ella ha significado todo lo que soy yo en cuanto a mi carrera científica”, cuenta Ángel.

Este conquense nos dibuja cómo el estudio de algo tan simple como “un virus de una bacteria que está en el suelo” pudo generar investigaciones que derivaran en el conocimiento de la replicación del ADN “trascendentales para saber cómo virus parecidos pueden producir un tumor”.

El legado que ha dejado Margarita Salas es muy grande tanto en calidad como en calidad. Si bien, Zaballos destaca que sla riqueza de su contribución no es solo conocimiento, que también, sino la gran cantidad de científicos que se han formado en su labortorio. "Eso ha generado una escuela de conocimiento y trabajo que es tan importante para la ciencia española como las propias aportaciones científicas”, admite Zaballos, quien reconoce que haber trabajado en ese laboratorio representaba un estatus en el mundo de la ciencia.

“Es imposible cuantificar lo que ha supuesto Margarita Salas, pero sí podemos decir que es la que más ha influido en el desarrollo de la biología molecular en este país. La ciencia española no se puede entender sin su figura, y por ejemplo, a día de hoy, la patente que más dinero genera en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas tiene su origen en el laboratorio de Margarita Salas", apostilla.

En su trabajo como responsable del Área de Genómica del Instituto de Salud Carlos III, Ángel Zaballos secuencia el ADN de multitud de muestras “desde bacterias, hongos o humanos" con el objeto de determinar con precisión la secuencia de nucleótidos y así identificar, por ejemplo, las bacterias que pueden ser responsables de determinadas infecciones o resistentes a los antibióticos. "También averiguamos si los cambios en el genoma de un individuo son responsables de determinadas enfermedades”, añade.

Un ejemplo reciente es el análisis de la multitud de muestras que tuvieron que realizar a raíz del brote de listeria en carne mechada, para determinar su origen. De igual manera, comenta que esta tecnología se aplica en los casos de cáncer. Y es que, analizando el genoma de un tumor puede saberse qué moléculas son atacables, y de esta forma determinar una manera de actuar, puesto que "varía en función de las peculiaridades del individuo”.

Unos avances que ya son toda una realidad pero que aún tienen un futuro que este huelamero compara con la película ‘Gattaca’. “Costará años de investigación pero lo ideal sería conocer el genotipo de todos los individuos y de ahí predecir nuestra susceptibilidad a determinadas enfermedades o comportamientos”.

ALEGATO POR LA EDUCACIÓN RURAL
Pese a la gran magnitud y repercusión que se identifica con su trabajo y la relación profesional con Margarita Salas, Ángel no se olvida de sus raíces huelameras y de la educación que recibió en una situación muy parecida a la que a día de hoy se vive en muchos puntos de Castilla-La Mancha. “Yo me formé en la escuela de mi pueblo, eran escuelas unitarias con niños de ocho cursos distintos".

En este punto, destaca que es necesario e "importantísimo" reivindicar la enseñanza pero, sobre todo," en los pueblos pequeños, "donde todos los esfuerzos que se hagan en esa dirección nunca serán pocos ni caerán en saco roto”, explica este conquense que sabe mejor que nadie la repercusión que puede generar los pequeños cambios.