“El teatro es mi adicción”

Le han dado más de una treintena de premios a lo largo de su dilata trayectoria profesional. Entre ellos dos Goyas y hasta la Medalla de Oro al mérito en Bellas Artes, pero, este sábado, sumará uno más: el Nieva de Honor. Hablamos de Juan Echanove Labanda (Madrid, 1961), el reconocido actor que visitará San Clemente en el marco de la X edición del Festival de Teatro Regional Francisco Nieva.
¿Qué supone recibir el Premio Nieva de Honor?
Me hace muchísima ilusión este galardón y poder estar presente en el acto de entrega del premio porque me gusta estar en contacto con el público y con la gente que piensa que yo merezco de alguna manera un premio. Y a parte, me hace ilusión porque el premio lleva el nombre de Paco Nieva, que es una persona a quien he considerado, considero y consideraré como uno de los dramaturgos más importantes de la lengua española. Tuve la oportunidad de conocerlo, de compartir con él muchos momentos importantes, de admirarlo, de quererlo y por supuesto ahora de recordarlo muchísimo.
¿Conocía el Festival que lleva su nombre?
Sabía de su existencia porque algunos de los premiados de los últimos años son amigos míos y me habían hablado de él, pero, desde que me anunciaron que me iban a entregar el galardón, me he preocupado de investigar un poco y sé que está encuadrado dentro de una semana de teatro muy bonita y que desde luego dice mucho a favor de San Clemente y de toda Cuenca.
¿Qué le parecen festivales como este que acercan la cultura al medio rural?
Me parece importantísimo que la gente de alguna manera tenga la oportunidad de ver teatro en cualquiera de sus manifestaciones. No hace falta que sea un gran teatro, de gran cartelera, de primerísima línea, estoy hablando de un teatro que hace la gente del propio pueblo, de otros pueblos limítrofes o de la propia provincia. Creo que es muy importante porque, de alguna manera, enseña a los espectadores que hay algo más allá de lo inmediato, de lo digital, de la plataforma, de la suscripción, del consumo.
¿Con qué se queda de todo lo que ha hecho?
No puedo elegir. No me puedo desprender de nada. Soy muy avaricioso en lo que supone para mí el teatro. Siempre ha sido para mí mi propia vida. No prescindo ni de lo bueno, ni de lo malo, ni de lo regular, ni de lo que me gusta. Para mí es todo un conjunto, es toda una vivencia y es una vivencia en la que me he movido siempre y en la que vivo realmente. El teatro es mi adicción.
¿Qué le falta por hacer?
Espero que todo. Yo realmente siempre afronto los proyectos que han de venir con mucho respeto, con mucha implicación, con mucha entrega y sobre todo con el deseo más ferviente de provocar en los espectadores por lo menos un momento de emoción.
Ahora, ¿en qué está trabajando?
Estoy preparando una obra de teatro que dirigirá Eduardo Vasco a finales de año en el Teatro Español de Madrid. Es una obra que se titula ‘Esencia’, escrita por un dramaturgo contemporáneo español que es Ignacio García May. Estoy centrado absolutamente en esto.
¿Veremos esa obra en el Teatro Auditorio de Cuenca?
Espero que sí. En el Auditorio de Cuenca he tenido noches verdaderamente memorables y la verdad que cualquier motivo es bueno para volver, pero si la razón es subirse a las tablas y tener una bonita noche de teatro, eso es miel sobre hojuelas.
¿En qué punto se encuentra el teatro actualmente?
El teatro vive en un momento crítico como vive la sociedad que intenta representar el teatro. Vivimos en una sociedad convulsa y por tanto el teatro ha de ser convulso. Somos un reflejo de la sociedad. Si el teatro pierde la capacidad de reflejar esa sociedad, entonces es posible que pierda su utilidad. Pero si uno mira y se pregunta por qué el teatro sigue vivo después de tantos miles de años, la respuesta está muy clara, y es porque sigue reflejando esa sociedad, sigue planteando al espectador dudas, inseguridades, certezas, sueños y emociones.
Por último, ¿algo que decirle a los sanclementinos y a los conquenses en general?
Solo puedo decirles que ¡muchísimas gracias!