“Siempre me ha fascinado la idea de impartir justicia"

Con tan solo diez años, Pablo Crespo Triguero (Cuenca, 2002) tenía muy claro a qué quería dedicarse de mayor: soñaba con ser juez. No es asunto baladí, ya que su padre ha sido funcionario de la Administración de Justicia y desde pequeño, después de clase, le acompañaba a las sedes judiciales, familiarizándose con el entorno.
Su madre, también licenciada en Derecho, le inculcó siempre la cultura del esfuerzo y la dedicación a los estudios. Asimismo, desde temprana edad se interesó por los telediarios, donde la información jurídica se encuentra a la orden del día, quedando las imágenes de jueces y tribunales grabadas en su memoria.
“Siempre me ha fascinado la idea de impartir justicia, celebrar juicios y redactar sentencias en los que actuar con imparcialidad al servicio de los ciudadanos”, sostiene Pablo.
Para alcanzar su sueño procuró esforzarse al máximo en los estudios, desde su niñez en el CEIP Fray Luis de León hasta el Grado en Derecho en la UCLM, pasando por la ESO y el Bachillerato cursados en el IES Fernando Zóbel, del cual guarda un excelente recuerdo.
Su compromiso en el ámbito académico, sumado a sus calificaciones en la EvAU, le llevaron a ser reconocido por el Patronato Gil de Albornoz, con uno de los galardones destinados a los conquenses con las mejores notas de acceso a la universidad que optaron por cursar sus estudios universitarios en el campus de la capital.
A la hora de escoger facultad, se decantó por Cuenca “de inmediato, ya que poder estudiar Derecho cerca de mi familia y amigos, con la tranquilidad que brinda esta ciudad, me pareció un privilegio”. “Concluida mi etapa como universitario sigo creyendo que fue la mejor decisión que pude tomar”, destaca Pablo, que comenzó sus estudios en septiembre de 2020, graduándose en el verano de 2024.
Ser juez era el motivo fundamental por el que Pablo se matriculó en Derecho, nunca contempló otras salidas profesionales. Tras cuatro años en la facultad de Ciencias Sociales de Cuenca afirma ser un apasionado del Derecho en sus diversos ámbitos, si bien es cierto que su propósito inicial, judicatura, sigue intacto e incluso reforzado.
En su paso por la Facultad de Ciencias Sociales ha logrado 20 matrículas de honor (incluido el Trabajo de Fin de Grado) y 12 sobresalientes, siendo su nota media de la carrera un 9,45 sobre 10; motivos que le han valido el Premio Extraordinario del Grado en Derecho en Cuenca, otorgado por la UCLM.
Pablo detalla cómo la rama del Derecho que más le ha cautivado ha sido el Derecho Civil, concretamente el Derecho de Sucesiones. A raíz de ello, su TFG trata sobre la desheredación de los descendientes, dirigido por Pilar Domínguez, civilista, a la que agradece “su excelente labor como tutora, su compromiso diario y sus sabios consejos”.
Tampoco olvida cómo le marcaron positivamente tantos otros profesores de su facultad, “siempre cercanos y atentos con los estudiantes”. Siendo ahora opositor, reconoce extrañar el compartir aula con, según él, “los mejores compañeros que pude tener, estudiantes de primera y, por encima de todo, buenas personas”.
Finalizados sus estudios en Derecho, Pablo comenzó en septiembre de 2024 a preparar las oposiciones de Acceso a la Carrera Judicial y Fiscal, cuyo temario consta actualmente de 329 temas. En el arduo camino hasta el aprobado para acceder a la Escuela Judicial de Barcelona, lugar de formación de los futuros jueces, deberá enfrentar un test de cien preguntas y dos exámenes orales en el Tribunal Supremo.
En las pruebas orales el opositor ‘canta’ (recita) de memoria una serie de temas seleccionados al azar que versan sobre Derecho Constitucional, Civil, Penal o Procesal, entre otras ramas del ordenamiento jurídico. Con este objetivo, y con la ayuda de su preparador, que es fiscal del Tribunal Supremo, destina nueve horas diarias, seis días a la semana, a la memorización y al arte de ‘cantar’ los temas, todo ello con el cronómetro en mano.
El consejo de Pablo para los estudiantes que le estén leyendo es “constancia y confianza en sí mismos, cualidades imprescindibles para alcanzar toda meta. Seguro que sus sueños, como el mío, implican sacrificio, pero gran parte de la felicidad reside en cumplirlos. Eso sí, tan importante es lograrlo como no desfallecer en el intento”. Por eso, Pablo respeta siempre su tiempo de descanso, practica deporte, ve el fútbol, sale con sus amigos y no se pierde ningún capítulo de sus series favoritas.