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"Los profesores tenemos que contagiar nuestro entusiasmo al alumnado"

Conocida en redes sociales como @bioprofe.Ana, esta docente utiliza tik tok e instagram para motivar a su alumnado del IES 'Julián Zarco' de Mota del Cuervo
"Los profesores tenemos que contagiar nuestro entusiasmo al alumnado"
23/01/2024 - Paula Montero

Despertar admiración por biología y geología entre el alumnado, motivarles y hacer que los conocimientos calen realmente en ellos. Estos son los tres objetivos que Ana Gascón (Almagro, Ciudad Real, 1994) se marca cada año al enfrentarse a sus alumnos de la asignatura de Biología y Geología cuando llega septiembre. Conocida en Tik Tok, Instagram y YouTube como @bioprofe.Ana, esta joven trata de acercar la enseñanza al siglo XXI. ¿Cómo? Poniendo en práctica una metodología activa y haciendo uso de las redes sociales para llevar las clases un paso más allá, convirtiendo así a los alumnos y alumnas en protagonistas.

En este curso 2023/2024 Ana imparte clase en el instituto ‘Julián Zarco’ de Mota del Cuervo y ya ha conseguido meterse en el bolsillo a todos, incluso a los que les cuesta más la asignatura. Ana es una mujer con chispa, que contagia su entusiasmo a los chicos y chicas que están al otro lado del pupitre y eso es posible gracias a que sus clases son dinámicas. “A veces con 20 minutos de teoría es suficiente y el resto del tiempo lo podemos emplear en resolver problemas en grupo, hacer prácticas en el laboratorio, manualidades o aprender a partir de maquetas, hay que darle ‘flow’ a las clases”, señala. Al fin y cabo trata de evitar la monotonía, de hacer a los chicos y chicas partícipes durante la clase porque, al fin y al cabo, “quienes tienen que aprender son ellos”, recalca. 

Además, estar en redes sociales y ser activa en sus perfiles permite a Ana interactuar con el alumnado desde un punto de vista diferente. Sube videos explicativos que pueden ver por la tarde y así reforzar lo aprendido en clase, lanza cuestionarios y provoca esa curiosidad que a algunos jóvenes les falta. “La gente no va al instituto con deseo y gusto por aprender, muchas veces nos encontramos con desmotivación y usar las redes sociales me ayuda a conectar con ellos, a despertar su curiosidad”, cuenta. Y es que, cuando el primer día de clase les dice que la pueden seguir en redes todos “colapsan” y ven en ella ese soplo de aire fresco que, en ocasiones, echan en falta.  

Parece fácil pero no lo es porque, además de preparar las clases o corregir exámenes, Ana dedica tiempo a crear este tipo de actividades extraescolares, pero “merece la pena”, cuenta. Y es que, ve resultados. 

Su llegada a las redes fue fruto de la pandemia, pero viendo la aceptación que lograron sus vídeos decidió mantener esta práctica. Más allá de los vídeos de maquillaje de ‘influencers’, Ana quiere que sus perfiles sirvan para aprender sobre ciencia o para poner en práctica hábitos de vida saludable. ¿De eso trata la asignatura de Biología y Geología no? De conocer y cuidar el cuerpo humano y preservar el planeta para que los más jóvenes valoren lo que tienen.

Eso sí, cada día se encuentra con problemas a los que debe hacer frente. Las críticas de aquellas personas que no ven bien hacer uso de las redes para enseñar, las ratios elevadas de alumnos con las que es prácticamente imposible atender de forma individualizada o la falta de atención de los jóvenes. “A veces te frustras, por eso digo que la enseñanza debe ser algo vocacional, los profes tenemos que contagiarles nuestro entusiasmo y para eso nuestro trabajo tiene que apasionarnos”, dice. 

A ella, personalmente le apasiona el vulcanismo, la nutrición y, como curiosidad, el color amarillo. 

Habrá quien piense que Ana busca vivir de las redes sociales. Nada mas lejos de la realidad porque quienes la conocen saben que no cambiaría su trabajo por nada del mundo. Paqui y Andarias, los profesores que despertaron en ella el amor por la naturaleza cuando estaba en el instituto; Aurora, su madre, quien le recordó en momentos de flaqueza que la enseñanza era su camino; e Iván, el hermano pequeño que atendía las clases junto a las barbies cuando Ana ni siquiera sabía que enseñar era su sueño y lo cumpliría.