DIPUTACIÓN FERIA DEL LIBRO
Más entrevistas: Rosario Pardo Olivia del Saz Ortega David Ximénez Claudia Molina Jairo Cárcaba José María Albareda Jorge Sánchez Albendea Andoni Sierra Ron Darío Dolz Julián Recuenco

“La medicina requiere referentes femeninos que puedan inspirar”

La joven científica montalbeña, que trabaja en un dispositivo para la detección precoz del cáncer de mama, reivindica la perspectiva de género en la atención a la salud de las mujeres
“La medicina requiere referentes femeninos que puedan inspirar”
Imagen de la científica Marina Sánchez Calleja. Foto cedida
08/03/2024 - Dolo Cambronero

Marina Sánchez Calleja (Montalbo, Cuenca, 1993) es una de las diez reconocidas –dos por provincia– por el Gobierno de Castilla-La Mancha el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres. “Es un privilegio que me genera profunda gratitud y humildad. Para mí, representa el progreso colectivo de todas las mujeres que han trabajado mucho y que han perseverado, y siguen haciéndolo, en el mundo profesional”, celebra la joven científica, que apunta que el galardón ha sido posible gracias a su familia, amigos y mentores que han creído en ella y le han brindado “oportunidades para crecer”. 

Un reconocimiento que contribuye a visibilizar modelos que pueden ayudar a motivar desde edades tempranas dado que “en la ciencia en general, y en especial en el ámbito de la medicina, se requieren referentes femeninos que puedan seguir inspirando a otras personas a alcanzar sus metas y consolidar sus caminos profesionales”.

Graduada en Medicina y en Logopedia, doctoranda en Psicología y con varios másteres y premios a sus espaldas –entre ellos uno por un proyecto de sujetador inteligente para prevenir enfermedades como el cáncer de mama–, en la actualidad, la joven investigadora desarrolla su actividad profesional como médica e investigadora en la compañía Trialing, una plataforma gratuita de ensayos clínicos destinada a profesionales sanitarios y que permite ofrecer una oportunidad terapéutica a pacientes que presentan una enfermedad que no responde a tratamientos estándar. 

En concreto, se trata de una aplicación móvil que recoge y organiza mediante inteligencia artificial todos los ensayos clínicos activos y disponibles, principalmente en España, facilitando al profesional médico tanto la búsqueda personalizada de ensayos como la derivación del paciente al centro sanitario receptor, en el caso de que este sea potencial candidato a ensayo.

Paralelamente, esta profesional también trabaja en el desarrollo de un dispositivo médico para la detección precoz de cáncer de mama, que genera un gran impacto físico, psíquico y social. “Actualmente, a pesar de los grandes esfuerzos y avances en diagnóstico y terapéutica, nos enfrentamos a grandes retos. Entre ellos: diseñar herramientas de detección precoz teniendo en cuenta las características físicas y psíquicas de una mujer, fomentar la prevención y la educación en la salud reproductiva, el autoconocimiento y la autogestión sobre el propio cuerpo, y realizar un adecuado acompañamiento emocional”, explica Sánchez Calleja.   

En un sector tradicionalmente masculinizado, la joven cuenta que “ha recibido muchos síes y muchos noes” a lo largo de su carrera aunque no considera que las negativas se hayan debido “al hecho de ser mujer”.

 

“El reconocimiento por el 8M representa el progreso colectivo de todas las mujeres que han trabajado mucho y que han perseverado, y siguen haciéndolo, en el mundo profesional”

 

MIRADA ANDROCÉNTRICA

Respecto a si hay sesgos de género en la atención a la salud de las mujeres, considera que se viene de un paradigma en el que la medicina se ha centrado en el cuerpo masculino como canon estándar. “Podríamos decir que ha sido androcéntrica. Esto ha tenido implicaciones, llevando a dificultades en la comprensión y el tratamiento de las enfermedades, especialmente en aquellas que afectan a las mujeres”, apunta. 

De la misma forma, a la hora de investigar e innovar, “en ocasiones no se ha tenido tan presente las diferencias interindividuales e intraindividuales que existen entre ambos sexos”. Aunque es optimista respecto al futuro: “Por suerte, este paradigma está evolucionando. A día de hoy, más que un sesgo, lo considero una falta de empatía por parte del profesional responsable de atender la salud de las mujeres”, apunta, recordando que la población femenina está expuesta de forma cíclica a cambios hormonales que provocan variaciones anatómicas y fisológicas y que influyen en cómo piensan, cómo se sienten y cómo se relacionan.

Respecto al futuro, su principal reto es “seguir creciendo y manteniendo un equilibrio entre lo personal y lo profesional”, algo que reconoce  que a veces resulta “complicado”. Y le gustaría poder compaginar la actividad más asistencial –le “encanta” la cirugía y no descarta especializarse próximamente– con la investigación aplicada a proyectos de innovación en el ámbito de la salud y la medicina, y junto con la docencia y divulgación científica, ya sea en España o en otros países. 

“Me resulta interesante encontrar puntos de intersección entre diferentes ámbitos y/o disciplinas, obteniendo una visión mucho más amplia del conocimiento y de cómo trasladarlo a la sociedad para seguir aportando valor”, subraya.