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"Hay situaciones, circunstancias, mensajes y realidades que quiero y necesito contar"

El corto 'Cebollas', del periodista motillano se ha llevado el premio del Público en el concurso nacional convocado por la webserie Indetectables
"Hay situaciones, circunstancias, mensajes y realidades que quiero y necesito contar"
Foto: Saúl García
10/11/2020 - C.I.P.

El periodista Antonio García Monedero (Motilla del Palancar, 1990) no se lo pensó dos veces para lanzarse a escribir un guión, rodar un corto y participar en el primer concurso de ámbito nacional convocado por la webserie Indetectables creada por la entidad Apoyo Positivo, con el objetivo de trasladar las diferentes realidades vividas durante la pandemia, especialmente entre los colectivos más vulnerables, al tiempo que busca romper barreras y luchar contra los estigmas desde un enfoque trasversal relacionado con la diversidad y la salud mental. Temas que ha sabido unificar a la perfección en una conmovedora historia que se ha alzado con el Premio del Público.

‘Cebollas’ es el título de este corto, que ha arrasado en las votaciones, aunque para Antonio García el verdadero premio es haber podido rodarlo con su abuelo, de 94 años, después de que apenas unas semanas antes sufriera un ictus.

“Hay oportunidades que no se pueden dejar escapar y mi abuelo no quiso hacerlo. Estuvo muy mal, pero afortunadamente se recuperó muy rápido. Vivir junto a él este proyecto, verlo con tantas ganas a sus 94 años y con la ilusión con la que acudía al rodaje es algo de lo que disfrutaré toda la vida”, señala Antonio García.

El abuelo de Antonio, Constantino García, y Salvador –un octogenario que forma parte del elenco de actores de la Asociación Cultural Teatreros Teatro, de Motilla del Palancar, que produce el corto y que precisamente preside Antonio García– son los principales actores que participan en esta historia que desde las vivencias en pandemia de Faustino, personaje afectado de alzheimer al que da vida el abuelo del periodista motillano, se ponen sobre la mesa temas como la felicidad que proyecta la ‘falsa realidad’ que viven en sus mentes los afectados por esta enfermedad de difícil abordaje por sus allegados.

Además, flexiona sobre el cambio que se ha producido desde el amor adolescente de Faustino en un entorno homosexual (como tema obligado en la visibilidad del colectivo LGTBI de las bases del concurso) pero, además, Antonio García lanza con este trabajo una llamada de atención sobre la necesidad que tiene el medio rural “de quitarse los clichés que le ha impuesto el cine a lo largo de sus historia”.

A su juicio, el reto demográfico debe aparecer en los cines “para ayudar a romper la estigmatización y a exponer la realidad". "Eso es algo que me interesa muchísimo porque es lo que es lo que lo que necesita proyectar la provincia. En los pueblos hay talento, oportunidades, servicios, emprendimiento, y mucha calidad de vida. Ojalá que el medio rural sea el protagonista de muchos otros cortometrajes que tengan que venir, porque tenemos que contar que se están haciendo muchas cosas en el ámbito del medio rural”, relata.

A pesar los escasos medios, la falta de experiencia y las dificultades del confinamiento durante el rodaje, García, con la ayuda de Paula Navarro en la producción y de dos jóvenes del grupo de teatro -Juan y Carlos- que interpretan a los amantes en un flash-back que dibuja el amor de los protagonistas en su juventud, ha conseguido crear una conexión directa con los sentimientos y las emociones y eso se ha trasladado en la decisión del público a la hora de votar.

“Sabemos que la comarca se ha volcado, muchos quizá por compromiso pero otros porque lo han disfrutado”, señala Antonio, quien destaca el reto que ha supuesto enfrentarse a actores profesionales que además, en muchos casos contaban con cientos de miles de seguidores en Instagram, red social por la que se han realizado las votaciones que ha posicionado a Cebollas, como el preferido del público.

Se trata del segundo corto de este motillano, después del que realizó el pasado año como trabajo de fin de curso de la Escuela Municipal de Cine de Cuenca. Antes de esto, el único acercamiento al mundo del cine vino a través de un taller que el director conquense Juanra Fernández impartió en Motilla del Palancar.

Sí tiene otros guiones y también algún relato corto y cuentos. “A mi lo que me gusta es contar historias, es lo que me viene de mi profesión. Hay situaciones, circunstancias, mensajes, y realidades que quiero y necesito contar, porque hasta que no salen no me quedo tranquilo, y un corto es algo que me viene bien”.

Un formato que desde la Teatreros Teatro “seguiremos trabajando”. Además de porque es una fórmula de poder seguir produciendo cultura en esta época de dificultades por la pandemia, también porque de esta forma se facilitará la participación a más personas de la asociación (actualmente formada por unos cuarenta miembros con edades que van desde los 16 a los 85 años)

“Hay muchas personas de la asociación que, por distintos motivos, residen fuera y que por los ensayos les es más difícil participar en una obra de teatro. Los trabajos audiovisuales son una línea más de desarrollo de la Asociación, al final lo que queremos es que sea un lugar donde la gente haga cosas que les haga felices”.

De momento, la mitad del premio la dedicarán a la adquisición de materiales de cara a futuros rodajes, el resto ( 500 euros) se destinarán al Banco de Alimentos de Cuenca. Y es que el objetivo de este concurso también es colaborar con proyectos de ayuda social que destaquen por su labor para dar una respuesta ante la crisis socioeconómica que ha causado la pandemia.