“Hay que adaptar los dos grados de la facultad al contexto social actual”

Belén Galletero (Bilbao, 1982) comenzó como docente en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Castilla-La Mancha en el año 2015. Tras una larga trayectoria profesional en gabinetes de comunicación como el de Asaja o en medios de comunicación como Canal de Noticias Continuo y Castilla-La Mancha Media, la profesional iniciaba una nueva etapa que, diez años después, se ha convertido en doctora en Comunicación y ha obtenido su plaza por oposición en 2022. Ahora, Galletero tiene una nueva meta en su trayectoria académica, que es convertirse en decana de la facultad, siendo ella una de las dos candidaturas presentadas al proceso electoral que culminará el 5 de junio.
¿Cómo le surge la idea?
Desde hace tiempo había personas que me trasladaban que a la facultad le haría bien un cambio de aires y que había que pensar en las elecciones a decano. Me ha pillado en un momento donde profesionalmente tengo la plaza consolidada, y personalmente mis hijos son más mayores y autónomos. En definitiva, surgió por el animo y apoyo de compañeros y alumnos y la situación personal, que es muy adecuada. Además, a veces te hace ilusión comenzar una nueva etapa.
¿Qué visión tiene de la facultad de cara al futuro?
Una cosa muy importante es que haya más vida de facultad: que nos relacionemos más entre nosotros. Parece paradójico, pero hay que reforzar esa comunicación tanto entre el estudiantado como entre el profesorado, que se genere más sentimiento de facultad. En primer lugar, con actividad académica, como con reuniones de investigación entre profesores para que todos sepamos en qué estamos trabajando, así como potenciar más nuestra labor en redes sociales. Pero también con asuntos extraacadémicos como la celebración del fin de curso con una paella u otras actividades en las que puedan participar estudiantes de todos los cursos y grados y que no haya esa dispersión que me parece que hay ahora mismo.
¿Cómo le gustaría que creciese la facultad?
Me gustaría que creciera por un lado reforzando el área de Comunicación Audiovisual. Por una serie de circunstancias, falta profesorado en esa titulación. También reforzar las actividades orientadas a esos estudiantes, porque creo que hay mucho enfocado al periodismo, pero no a esa titulación. Hay que potenciar las iniciativas para que el estudiantado de Comunicación Audiovisual vea actividades relacionadas con su grado. También me gustaría que creciera modernizándose, aprovechando que hay que reformar los planes de estudio de las dos titulaciones, adaptando los grados al contexto actual. También, me gustaría que creciera ampliando la formación de postgrado o la formación continua con cursos cortos, que puedan servir a profesionales y egresados. Hay que sentarse y hacer un buen diagnóstico, ver hacia dónde crecer.
¿Cómo haría la facultad más atractiva para el estudiantado?
Sobre todo, implicándoles más en las actividades y en la vida universitaria, que sean partícipes, que les apetezca venir y apuntarse a las actividades más allá de la docencia como debates o ciclos de lectura, que ayudan a que los estudiantes se conozcan y se genere más sentimiento de facultad.
Usted sería la primera mujer decana…
Es una cosa que me haría ilusión. La facultad ha crecido mucho, ahora somos muchas profesoras, muchas de ellas titulares, y creo que es un momento para decir que ya es momento para que una mujer esté en la primera línea. Estar en los puestos de más visibilidad traslada un mensaje importante: estamos preparadas para estar ahí, y este mensaje es bueno para las futuras generaciones porque creo que permite ver un estilo de liderazgo diferente. Además, formo parte de la Comisión de Igualdad de la facultad y estoy implicada en que el centro sea inclusivo, diverso y feminista, y ser la primera decana sería un honor. Si resulto elegida, trabajaré continuando el trabajo previo de los tres decanos predecesores.
¿En qué situación se encuentra actualmente el periodismo y la comunicación audiovisual?
Siempre ha generado mucha preocupación. Terminé de estudiar en 2004. Y ya entonces se hablaba de crisis en el sector. Es una cosa que siempre se ha dicho, pero vemos cómo hay formatos que están creciendo mucho, como el podcast, las redes sociales o las plataformas digitales. Ahí hay un terreno que hay que explotar. Hay que ver la irrupción de la inteligencia artificial como una herramienta más para ayudarnos, y hay que cuidar el ‘periodismo lento’, el hecho con mimo y tranquilidad. Una de las cosas que más alegría me da es ver por la tele a antiguos alumnos en grandes cadenas de televisión, o escuchar la voz en las grandes emisoras de radio o ver sus firmas en periódicos nacionales. Eso quiere decir que hay un espacio ahí y que nuestros estudiantes llegan lejos.
¿Un deseo para las elecciones?
Que la ilusión que me llega y que la gente me transmite se mantenga, que sea un motor tras las elecciones.