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“En Cuenca hay mucho arte y poco orgullo”

La bailarina y profesora de baile que protagoniza la campaña turística “Cuenca solo para ti” abandera la importancia de la expresión corporal en las escuelas
“En Cuenca hay mucho arte y poco orgullo”
Foto: Rodaje de “Cuenca solo para ti” (Vsion)
28/09/2020 - Silvia Trujillo

Las artes escénicas reclaman su papel como motor creativo y económico ante una situación de precarización agravada por la crisis sanitaria que parece haber dado el último empujón al sector. Disciplinas artísticas como la danza son un ejemplo claro de sacrificio y esfuerzo continuo que reclaman ser consideradas como actividades profesionales. A pesar de ello, el baile y la danza en sus múltiples concepciones sigue latiendo con fuerza en nuestra ciudad. El caso de la bailaora Virginia García Vicente y su Tablao Flamenco Ría pi ta o la academia Alegría y Javier son ejemplos de la vitalidad de este arte.

Precisamente en esta academia es donde imparte clases Adriana Semprún, protagonista de la campaña promocional “Cuenca solo para ti” que ha presentado el consistorio conquense hace apenas unos días. La bailarina conquense se siente orgullosa de poder ser la imagen de su ciudad y que el baile sea el medio de expresar este mensaje. Una profesional dedicada en cuerpo y alma al mundo de la danza contemporánea que considera que “En Cuenca hay mucho arte y poco orgullo” y que aún es necesario avanzar para acoger el talento de sus artistas.

Desde hace seis años se dedica profesionalmente a la danza contemporánea, además de formar parte del elenco de profesores de la academia de danza Alegría y Javier. Toda una vida bailando desde que a los diez años comenzó a competir en disciplinas más clásicas. Una trayectoria de superación diaria, de adaptación a los tiempos y de lucha porque el trabajo del bailarín se dignifique, porque como Semprún asegura, “no debería ser necesario recordar constantemente que ser artista es una profesión como otra cualquiera”.

Dedicada a la enseñanza, se ha marcado el reto personal de hacer llegar la danza a todas las escuelas conquenses, algo “muy positivo para el desarrollo de los niños y niñas aportándoles valores y conocimiento de su propio cuerpo”, para ello Adriana Semprún está tratando de que el baile llegue a las aulas de toda la provincia a través de talleres que fomenten la pasión por la danza.

De regreso a Cuenca, tras su periodo de formación profesional en Madrid, también trabaja con el objetivo de que en Castilla-La Mancha “se pueda estudiar danza contemporánea a nivel profesional”, reduciendo la brecha centro-periferia aumentando los focos de generación de cultura a todos los territorios, para lo que considera vital el apoyo institucional y ciudadano a las iniciativas locales que arraigan talento en ciudades como Cuenca y que tan necesarias serán para encarar el futuro próximo.

Tampoco olvida que en la danza se da el fenómeno que denomina “desigualdad numérica”, ya que hay muchas más mujeres bailarinas que hombres, por lo que “se nos exige muchísimo más, porque hay mucha más competencia y hay muchas menos oportunidades”, aunque considera “que cada vez hay más mujeres en la dirección y la coreografía, que hasta no hace mucho era un campo ocupado casi exclusivamente por hombres. Hoy ya podemos citar un buen número de grandes coreógrafas y directoras españolas”.

Como amante del periodismo y habitual colaboradora de medios de comunicación, Adriana Semprún no ha perdido la oportunidad estos meses de confinamiento de mantener el contacto con grandes profesionales de la danza de todo el mundo y de recuperar su presencia en redes sociales, a través de las cuales también ha impartido clases durante todo este tiempo.

Mirando hacia el futuro, la bailarina conquense cree que esta campaña publicitaria impulsada por el Ayuntamiento de Cuenca, además de dar una imagen muy positiva de la ciudad como destino de naturaleza y de tranquilidad, también es muy beneficiosa para que los propios conquenses asocien la danza como parte de su identidad cultural.