Más entrevistas: Olivia del Saz Ortega Jairo Cárcaba José María Albareda Jorge Sánchez Albendea Andoni Sierra Ron Darío Dolz Julián Recuenco Araceli Cuerda Alejandro Moya Mabel Lozano

"La banda ha sido muy nómada porque creemos que la base del éxito es renovarse"

El grupo conquense con influencia de los ochenta y del indie pop actual ofrece este domingo un concierto en Valencia
Fotos: Saúl García
12/02/2022 - Dolo Cambronero

Su música bebe principalmente de los ochenta y de grupos de indie pop y rock contemporáneos aunque dicen estar “abiertos a todo”. Esta es la carta de presentación de la banda conquense Dolly Rose, cuyos inicios se remontan al principio de la pandemia aunque, tras un proceso de transformación y de cambios de integrantes, echó a andar oficialmente el verano pasado con sus componentes actuales.

El núcleo duro de la formación lo componen Gabriel Luján de Marco (batería) y Gabriel Luján Vázquez (voz y guitarra), padre e hijo, habiéndose incorporado posteriormente Carlos García Ruiz (voz y teclado), Ángel Saiz Juggoo (segunda guitarra) y Manuel Alperte (bajo). Los cinco –con edades comprendidas entre los 16 y los 20 años, salvo Luján de Marco, que tiene 52–  dan vida a un grupo musical que se autodefine como “indie pop”.

“La banda ha sido muy nómada, en cuanto a local, personal... porque creemos que la base del éxito es renovarse o morir. ”, señala Gabriel junior. “No estamos encasillados. Estamos abiertos a hacer cosas nuevas. Nuestro sello es que estamos descubriendo todo y que asumimos los cambios que puedan venir”, corrobora su padre.   

“Estamos muy orgullosos de estar en la banda. Caminamos a pasos agigantados”, destaca por su parte Carlos García. “Me llamaron para formar parte del grupo hace unos meses y me encontré un proyecto bien formado, serio, con buen rollo y buena música. Estoy entusiasmado por tocar con ellos”, añade su compañero Ángel Saiz Juggoo.

Pero ¿por qué eligieron esta denominación para la banda? Luján de Marco explica que les gustaba porque les sonaba bien “aunque había gente que se confundía con la oveja Dolly”, bromea. De hecho, estuvieron a punto de cambiarlo debido a esta cuestión aunque finalmente decidieron seguir adelante con este nombre de guerra, que vendría a ser para ellos algo así como “la muñequita rosa”.

“Dolly Rose es la definición perfecta del pop. Las letras se basan en pequeñas vivencias aunque también están enfocadas en el futuro. Hay mucha metáfora y mucha carga lírica”, cuenta Gabriel junior, que se encarga junto a su padre de esta parte de las canciones, a veces por separado y otras de forma conjunta en un “trabajo colaborativo”.  

Entre sus influencias de los ochenta se encuentran Antonio Vega “por sus letras, por su sentimiento”. “Es fundamental para nosotros. Muy identificativo”, explica el batería de la formación. En cuanto a la música actual, beben de bandas como Love of Lesbian, Sidonie o Izal. “Aunamos varios estilos”, añade Luján de Marco.   

La banda ya se ha estrenado en el directo con varias actuaciones en Cuenca y están cerrando más fechas en otros puntos del país como Andalucía.  Aunque el concierto más inmediato será el que darán en Valencia el próximo domingo 13 de febrero (Black Note Club, a las 17:00 horas). Además, también participarán en la próxima edición de Estival Cuenca, una cita que definen como “especial” y “clave” para su promoción.

Por el momento, están dando a conocer su trabajo a través de sus redes sociales (tienen perfiles en Instagram y Youtube), donde ya se pueden escuchar dos de sus canciones, ‘Fase 0’ y ‘23 de mayo’ –este último en directo–, y tienen previsto lanzar en breve un tercer título.

Material no les falta porque ya han compuesto 13 canciones propias y alguno más que tienen “en la recámara”. Su próximo reto es empezar a trabajar para ir dando forma a su primer disco aunque no quieren precipitarse y prefieren ir despacio. “Como es el primero, queremos que sea especial y que estén los temas que realmente nos definan. Tenemos tantas ideas, tantos proyectos...”, dice el batería.    

Por eso, no se ponen límites de cara al futuro y sueñan “alto” y hablan incluso de llegar algún día a “cruzar el charco” para tocar. “Los jóvenes del grupo son ambiciosos”, bromea el veterano de la banda.