Lidio Jiménez: “Cuando habíamos hecho lo más difícil, desaparecimos del partido”
Ante la dura derrota en Huesca, el técnico del Rebi Cuenca, Lidio Jiménez, valora el partido como un encuentro en el que el rival fue superior, sobre todo a nivel defensivo. “Ellos sabían lo que se jugaban y nosotros parecía que también, pero nos salimos del partido”, apunta.
El Rebi Cuenca se viene de tierras oscenses cabizbajo y sin dos puntos que parecían esenciales por separarse de la zona peligrosa de la clasificación y en un partido en el que el equipo no se sintió cómodo en el campo en ningún momento, no había continuidad, ni ritmo y en el que los jugadores se desinflaron en los últimos minutos del encuentro.
Hasta el minuto 15 de la segunda parte el murciano cree que el partido estuvo igualado, aunque reconoce que el Huesca siempre estaba por delante. El equipo consiguió lo más difícil, igualar el encuentro y a partir de ese momento el Rebi Cuenca se vino abajo y desapareció tanto a nivel defensivo como ofensivo.
Reconoce que para ganar fuera de casa hay que aportar mucho más, que todos los jugadores deben remar en la misma dirección, porque cuando el partido estaba igualado y ellos con uno menos, su equipo no supo gestionar los tiempos de ataque. “Perdiendo dieciocho balones es muy difícil ganar un partido, hay jugadores que no están aportando tanto arriba”.
En cuanto a cómo se gestionaron las decisiones sobre los tiempos muertos y su eficacia, Lidio cree que son decisiones que se toman cuando el partido está en el punto álgido y que en la primera parte fue muy eficaz porque hizo reaccionar a sus jugadores y remontar cuatro goles, pero que en la segunda el Huesca estaba muy “enchufado” y el Rebi no, “nos faltó contundencia, ritmo de partido y aguantar en defensa dos jugadas seguidas.” Considera que la falta de concentración fue la culpable de que el equipo hiciera una buena jugada y a la siguiente cometiera errores defensivos o pérdidas de balón en ataque.
Tiene claro que la causa de esta mala temporada es que no hay ritmo de entrenamiento porque “cuando tienes en una temporada 29 lesionados es muy complicado mantener el ritmo”. Se muestra preocupado por los malos resultados, pero también sabe que: “cuando estás abajo es más complicado jugar que cuando vas segundo, la presión no es la misma”
Deja espacio para la esperanza y cree que el equipo salvará la temporda porque la liga no se ha acabado en Huesca, que quedan partidos en los que luchar y el siguiente es en casa contra el Benidorm. “Esto no se acaba aquí, hay que seguir, levantarnos cuanto antes y sacar dos partidos más”
