Otro de los equipos conquenses que comienza la competición este fin de semana es el Conquense juvenil. El conjunto dirigido por Iván Rubio se estrena, nada más y nada menos, en una de las mejores ciudad deportivas del panorama nacional ante el subcampeón de la pasada temporada, el Valencia CF.
“Veo a los chicos ilusionados, nerviosos no. Siempre les digo que sería muy triste que chavales con 17 o 18 años estuvieran nerviosos ante una oportunidad tan bonita como la que tenemos con esta temporada en la élite del fútbol juvenil”, declara el técnico balompédico ante un estreno que está previsto para este domingo a las 17:00 horas en el escenario valenciano.
No ha sido una pretemporada fácil para el equipo juvenil, ya que las dificultades del salto a la División de Honor, unidas a la complicada situación económica del club, han impedido a la plantilla competir fuera de Cuenca, celebrando amistosos ante clubes sénior de la capital como el San José Obrero o la Balona Conquense y varios partidos de entrenamiento entre los distintos equipos juveniles de la cantera balompédica. “No obstante, las sensaciones del equipo son muy buenas y tenemos el foco puesto en que los chicos se vayan conociendo, ya que en los últimos diez días hemos contado con tres o cuatro incorporaciones más”.
“Somos conscientes de que nos espera un año difícil, pero también muy ilusionante para competir y aprender contra los mejores equipos del país”
Rubio avanza que lejos de abrazar esa mentalidad de equipo pequeño ante colosos y canteras de clubes de Primera y Segunda División, espera que su Conquense mantenga la línea de presión alta y juego vertical que lo llevó a ascender desde Liga Nacional. Una actitud que quiere que se implemente desde el debut de este mismo domingo ante el Valencia: “Sabemos que es uno de los partidos más difíciles que tenemos, pero no vamos a dejarnos nada. Los chicos van a jugar y adaptarse, a disfrutar de pelear cada balón contra jugadores que posiblemente en unos años los veamos por la televisión, pero confío en el gran grupo humano que hemos formado”.
Esta es una de las claves para el técnico, quien señala que a sabiendas de que el objetivo es conseguir, por primera vez en la historia, que un equipo de Cuenca se mantenga en División de Honor Juvenil, la unión del vestuario es esencial cuando lleguen los momentos difíciles. Más allá de eso, para el entrenador supone una oportunidad “para aprender como nunca” de esta categoría, con un año muy difícil pero también ilusionante para el Conquense y su afición.
