El sonido del cohete en cada vaquilla, el bullicio de miles de voces, el inconfundible sonido de las charangas, las verbenas nocturnas... todo forma parte de los días grandes de Cuenca, que celebra hasta el próximo 21 de septiembre sus fiestas de San Mateo.
En la jornada inicial, la música, el colorido y los reencuentros han sido los protagonistas con el desfile de peñas, que han dado el pistoletazo de salida.Miles de peñistas se han dado cita en la Plaza de España, punto de partida de la comitiva desde donde ha comenzado el recorrido hasta la Plaza Mayor, epicentro de la fiesta matea.
Marta señala que estas fiestas no son “solo beber” y recuerda el motivo original: conmemorar la conquista de la ciudad por parte de Alfonso VIII el 21 de septiembre de 1177. Su peña, La Vaca Grillá, reúne a más de 250 personas, y para ella lo mejor son “las charangas, verbenas y pasar tiempo con los amigos”.
Otras peñas como Sociedad Alcohólica, con más de 30 años de solera, mantienen un espíritu familiar que se traslada de padres a hijos, como señala María. “Lo que más nos gusta de estos días son los días de convivencia, no nos separamos. Somos familias y amigos de toda la vida”, cuenta la peñista.
Mario, de Bisi Vissys, y Mateo –apropiado nombre para estas fechas–, de El Casquete Antiguo, disertan sobre el objetivo para estos días. “Muchas ganas de que llegase, ahora falta que el tiempo acompañe… y que lleguemos vivos al 21”, comenta Mario, seguido de un “tenemos ya callo y experiencia para llegar”, de Mateo. .
También hay quien disfruta de unos días de grandes recuerdos: Ismael, llegado desde Albacete tras la Feria, aprovecha para volver al lugar donde estudió y disfruta del buen ambiente en la Plaza de España junto a antiguos compañeros. “Tenía un recuerdo muy especial de San Mateo y de Cuenca, que es un lugar y una fiesta que merece la pena visitar más de una vez en la vida”, declara el albaceteño.
NUMEROSAS ACTIVIDADES
El desfile ha dado el pistoletazo de salida a la programación festiva, que ha continuado con el pregón a cargo de Diego Escudero Atienza. Hasta el próximo domingo, numerosas actividades como verbenas populares, la suelta de vaquillas enmaromadas, el San Mateo infantil o los toros de fuego harán las delicias de los miles de locales y visitantes, ya que todo apunta a que el tiempo respetará estas jornadas. Como ellos mismos dicen, “los conquenses esperamos durante todo el año”, y es que hay una frase unánime en todas las declaraciones de los peñistas: “La vida son dos días, pero en Cuenca, son cuatro”.
Una colorida marea de peñistas recorre el Casco en el desfile de aperturaEl sonido de las charangas ha acompañado a las 45 peñas que participan en esta edición del desfile, cada una con sus distintivos y colores. No obstante, algunos asistentes han optado por darle un toque todavía más alegre y original a la jornada, viéndose algunos personajes de Aquí no hay quien viva, Los Picapiedra o muchos disfraces de vacas, entre otros. Las cuestas del Casco Antiguo no han sido un reto para los envalentonados peñistas, que han hecho de ellas un auténtico hervidero, y, como manda la tradición, tocó hacer más de una parada para recargar fuerzas con el elixir de estas fiestas: la tradicional zurra. El recorrido, aunque bullicioso, ha transcurrido con normalidad y un ambiente festivo y seguro, gracias al dispositivo de seguridad.
Todo es poco para combatir un inusual calor en el desfileUn poco habitual calor fue uno de los protagonistas en el primer día de San Mateo. La clásica chaqueta para las noches fue sustituida en el desfile inaugural de Peñas Mateas por elementos que combatiesen estas temperaturas, tales como ‘gorros sombrilla’, pistolas de agua e incluso barreños por el balcón cortesía de los vecinos del Casco. Las típicas lluvias de zurra se agradecían este año más que nunca para refrescarse un poco y llegar en las mejores condiciones a la Plaza Mayor, donde comenzaban tras el pregón las primeras actividades mateas. La parte buena es que, a pesar del calor, se prevé que la lluvia respete estos días, a diferencia de otros años.