Goteo de cierres en la hostelería

Las restricciones de nivel 3 impuestas en Cuenca capital ante el aumento de casos sumadas al cierre perimetral de Castilla-La Mancha, han agravado la delicada situación que ya atravesaba la hostelería en la ciudad. “Hay un goteo de cierres. Es preocupante. Están parando bares, restaurantes, alojamientos, bares de copas... Esperemos que sea algo temporal”, confía Diego López, técnico de hostelería de CEOE Cepyme Cuenca para la Agrupación de Hostelería de Cuenca y para HC Hostelería, colectivos que suman 700 asociados entre los dos.

Con las medidas especiales de nivel 3, la hostelería debe cerrar a las once de la noche, se suspende el servicio de barra y los aforos se limitan al 30% en el interior y al 50% en el caso de las terrazas. Además de Cuenca capital, también Las Pedroñeras y Quintanar del Rey tienen estas limitaciones, el nivel más alto previo al confinamiento.

Algunos negocios se están acogiendo a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) pero este técnico teme que no se puedan recuperar después todos los puestos de trabajo porque esta situación acarrea muchas pérdidas ya que las empresas tienen que seguir asumiendo los gastos fijos y algunas ya se han tenido que endeudar durante estos meses.

Para aliviar en parte la situación, este técnico reclama a la administración local que se agilice el trámite para instalar terrazas de invierno para que bares y restaurantes puedan seguir manteniendo cierta actividad, al tiempo que alude a que en otros lugares se han reducido durante estos meses excepcionales algunas tasas o se han eliminado.

Este mismo jueves la Consejería de Sanidad decretaba medidas especiales nivel 2 en toda Castilla-La Mancha -excepto en los municipios que ya tenían medidas nivel 3- lo que supone la suspensión del servicio de barra y la limitación del aforo al 50% en interiores y al 75% en terrazas. Así, los establecimientos de poblaciones que antes no tenían restricciones especiales en la provincia se verán también afectados. Además, Diego López también apunta que ya en algunos municipios se daba la circunstancia que hay negocios que no pueden abrir porque operaban solo como locales de ocio nocturno, por lo que reclama que se puedan ampliar estas licencias de una manera más rápida.

“Creemos que el problema no es la hostelería, ni el auditorio ni las bibliotecas sino el comportamiento individual de la gente”, recalca, por lo que lamenta que se haya puesto el foco en este sector.

Uno de los establecimientos que ha cerrado temporalmente en la capital ha sido Trivio, que cuenta con una estrella Michelin. Su propietario, el chef Jesús Segura, detalla que han tomado esta decisión “por las medidas aplicadas y las venideras”.

Una de las zonas más afectadas en la capital ha sido el Casco Antiguo, donde han cerrado varios establecimientos hosteleros en los últimos días, entre ellos los restaurantes Mangana y San Juan Plaza Mayor, y la Taberna Jovi. El propietario de esta última, Samuel Soria Gil, asegura que les es “imposible trabajar con el 30% del aforo en el interior” al que obligan las medidas de nivel 3 impuestas en la ciudad de Cuenca, por lo que este lunes cesaron la actividad temporalmente.

Aunque en el caso de las terrazas el aforo sube hasta el 50%, el gerente de Taberna Jovi recuerda que la climatología no es nada favorable en estas fechas en la capital para que la gente se anime a estar en el exterior. Soria Gil sostiene que durante el verano sí se ha podido funcionar a pesar de las limitaciones “pero ahora el tiempo no acompaña”.

“Agosto fue muy bien pero en septiembre y octubre, ya empezaron a ir mal las cosas. En cuanto hay miedo, la gente no sale”, recalca. Por el momento, mantienen el cierre hasta el viernes 13 de noviembre aunque todo dependerá de cómo esté la situación para entonces: si se han levantado las restricciones de nivel 3 en la capital y si se pone fin al cierre perimetral de la comunidad. No obstante, también tendrán que abrir las otras regiones para que lleguen a Cuenca turistas de otros lugares.

En su caso, dice que es necesario que, al menos, se incremente hasta el 50% el aforo en el interior de los establecimientos hosteleros para que puedan plantearse la reapertura. “El Casco está parado”, apunta. Aunque la situación también afecta a otras partes de la capital y ha obligado al cierre de La Sillería y Mesón Nazareno y Oro, entre otros. Este último acababa de recuperar la actividad el 1 de octubre tras el cese de marzo y ha tenido que clausurar otra vez el negocio debido a las circunstancias. “El puente del Pilar estuvo bien. Vino mucha gente de fuera. Pero con los cierres perimetrales, todo se ha paralizado. Cuenca se nutre del turismo”, reconoce Quico Pérez, gerente de este establecimiento y de la Tasca del Arte, también en la capital.

El propietario explica que no habían abierto el Nazareno y Oro porque no tienen terraza y no era viable mantenerlo solo con el interior. La Tasca del Arte recuperó su actividad a finales de mayo y se ha mantenido hasta ahora. “Confiamos en que pueda seguir abierta”, desea, aunque reconoce que es difícil sostenerse con las medidas especiales de nivel 3 que hay en Cuenca capital. También lamenta que durante el tiempo del estado de alarma hayan tenido que seguir pagando la totalidad de las tasas de terrazas y basuras.

Quico Pérez admite que “es muy difícil que el Nazareno pueda abrir este año”. “Hay menos clientes, sobre todo de cierta edad, que son los más responsables y salen menos”, cuenta, aunque también reconoce que hay que ser coherentes y tener cuidado.