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Restaurante Casas Colgadas.

Jesús Segura: “Es un espacio fantástico, pero hay que ubicar un restaurante”

El adjudicatario del restaurante Casas Colgadas, pendiente de que el Consistorio se pronuncie sobre los cambios solicitados
Jesús Segura: “Es un espacio fantástico, pero hay que ubicar un restaurante”
El chef Jesús Segura, continúa ilusionado con el proyecto, pese a los retrasos. Foto: Saúl García
22/04/2022 - Miguel A. Ramón

El chef estrella Michelin, Jesús Segura, adjudicatario del restaurante Casas Colgadas, afirma que a día de hoy no se atrevería a concretar una fecha de apertura de este establecimiento, que está llamado a convertirse en todo un referente gastronómico y  reclamo en la ciudad de Cuenca. 

En este sentido, ha señalado a Las Noticias de Cuenca, que, a pesar de que a finales de marzo concluyeron las obras de dotación de los servicios urbanísticos a este emblemático edificio, aún está pendiente de que el Ayuntamiento se pronuncie sobre las modificaciones que ha planteado para que este espacio pueda albergar un local de restauración.

Y es que, tal y como subraya,  “es un espacio fantástico y muy bonito, pero ahora hay que ubicar en él un restaurante y dotarlo de los servicios propios de un establecimiento de este tipo, que no los hay”. De ahí que planteara en su momento una serie de modificaciones encaminadas, precisamente, a adaptar el inmueble al uso para el que ha sido concebido, según aclara. En definitiva, remarca, “para que sea funcional; eso sí, siendo lo más respetuosos posible y no intrusivos con el proyecto original y su decoración”. 

 

MODIFICACIONES

Peticiones éstas de distinta naturaleza que van desde la instalación de una barra en la denominada Sala Negra (antiguo comedor principal del restaurante original) –un elemento, en opinión de Segura, indispensable para ofrecer un adecuado servicio de restauración– hasta la necesidad de contar con suelos antideslizantes, pasando por detalles como la imposibilidad de abrir una ventana de una de las salas privadas del restaurante o la inviabilidad de un mueble en mitad de la denominada Sala Blanca, en la Casa de la Sirena

El chef asegura que la capacidad final del restaurante Casas Colgadas se verá mermada a la mitad, en torno a 50 comensales

Todo ello, sin olvidar, tal y como remarca el chef Segura, el problema de accesibilidad existente en la puerta principal del restaurante Casas Colgadas. Y es que, según detalla, las puertas en sí no cumplen con la normativa de accesibilidad para personas con movilidad reducida. Algo que considera indispensable de solventar de manera previa a la apertura del establecimiento.

Ante estas consideraciones del adjudicatario, desde el Ayuntamiento se han llevado a cabo los informes jurídicos y técnicos pertinentes al tratarse de un edificio declarado Bien de Interés Cultural (BIC), tal y como adelantaba esta semana el propio alcalde, Darío Dolz, quien detallaba que la intención inicial del equipo de Gobierno era abordar el asunto en la Junta de Gobierno Local de este viernes, 22 de abril, con el fin de que el adjudicatario pudiera entrar cuanto antes.

 

PREPARATIVOS

En todo caso, Segura indica que aún queda mucho por hacer hasta ver abiertas las puertas del futuro restaurante. De hecho, subraya que hasta ahora siguen trabajando sobre planos y no en los propios espacios del futuro establecimiento, sin olvidar, además, que antes de proceder a la adecuación de todos los espacios del futuro establecimiento, habrá que comprobar el estado real del edificio, por ejemplo, el sistema del aire acondicionado o la existencia de goteras, porque, según recalca, lleva prácticamente año y medio cerrado y eso pasa factura. 

Aun así ya han podido constatar que la capacidad final del restaurante se verá mermada a la mitad; es decir, que del centenar de comensables contemplados inicialmente en el proyecto, solo podrán ser en torno a 50, una vez dotado de los servicios necesarios para el restaurante y contemplados, por ejemplo, los corredores de paso.

Así las cosas, en las dos salas de la Casa de la Sirena se estiman menos de treinta comensales y en la sala principal y las dos privadas de las Casas Colgadas, poco más de una veintena, detalla Segura.

En todo caso, el chef dice no haber perdido la ilusión con el proyecto, a pesar de los avatares sufridos, y confía en que el Consistorio acceda a la ejecución de las modificaciones solicitadas y así “poder abrir el restaurante en este impresionante espacio arquitectónico”.