'Expaña'

Vox. En los corrillos de los bares y las tertulias de la tele no se habla de otra cosa. La ultraderecha ha llegado a España. Parece que han salido de la nada, de la noche a la mañana, como los hongos, como el recién brotado del bancal de Amanece que no es poco. Aunque algunos la hayan descubierto ahora, siempre han estado ahí. Aunque antes no tenían un nombre propio y se disolvían en un partido mayor. Lo que pocos se imaginaban es que fuesen tantos y, a su vez, fuesen tolerados y celebrados por tantos. Nos habían vendido que España es un país de gente trabajadora y humilde, acogedora y tolerante; pero los votos hablan. Al final somos europeos para algo; como siempre, para lo peor.

Hay gente que denuncia la paradoja. Los que no creen en la democracia van a votar con fe ciega para acabar con ella, mientras que los que se dicen grandes demócratas y defensores de las libertades, se quedan en casa para clicar un me gusta y después salir a la calle enfadados. Ahora ronda de negociaciones, de digos y diegos, de tuertos y ciegos en el país del ojo por ojo y tonto por tonto. Esto es España, quien lo probó lo sabe.