El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Cuenca, Carlos Navarro, insiste en que el sistema de lectores de matrícula con el que el Consistorio de la capital pretende controlar el acceso rodado al Casco Antiguo, y que según los últimos plazos debía haberse puesto en marcha después de San Mateo, estará en funcionamiento “en breve”.
Según apuntó durante el pleno del miércoles, se trata de un proyecto “complejo, que lleva más dificultades de las que hasta yo mismo esperaba”, pero pidió paciencia y aseguró que “en breve gozaremos de sus exquisiteces y virtudes”.
En este sentido, hay que recordar que, una vez en marcha este sistema, que contempla varias cámaras en distintos accesos al Casco, los vehículos no autorizados podrán circular un máximo de 20 minutos entre el puente de la Trinidad y el Arco de Bezudo salvo que estacionen en los parkings privados de Mangana o la calle San Pedro, algo que ha sido criticado por grupos políticos como el PSOE o los propios vecinos del Casco, que piden que no se ponga en marcha.
Se han presentado, de hecho, varias alegaciones contra este proyecto que todavía siguen sin resolverse y cuyo estudio el concejal de Movilidad reconoce que les ha llevado “bastante tiempo” a los técnicos, ya que el objetivo es “motivar debidamente si las alegaciones se estiman o no”.
