Reserva de la Biosfera del Cabriel, un tesoro de desarrollo sostenible

E

ntre los muchos recursos natutales de los que se podrá disfrutar en la XXIX edición de Naturama se encuentra la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel, que se une a la celebración para destacar su importancia a nivel mundial como un espacio de aprendizaje para el desarrollo sostenible.

Desde su declaración en 2019  la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel formar parte de La Red Española de Reservas de la Biosfera, que está compuesta por 53 reservas distribuidas en 16 de las 17 comunidades autónomas, las cuales suman una superficie similar a países como Bélgica, Dinamarca o Suiza y en ellas están representados la mayoría de los ecosistemas, paisajes y culturas de España.

Estas reservas forman parte del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO, una iniciativa científica intergubernamental que busca mejorar la relación entre las personas y el medio ambiente. El MAB combina la investigación y la experimentación para mejorar los medios de subsistencia de las personas y preservar los ecosistemas, promoviendo enfoques de desarrollo económico social, cultural y ambientalmente sostenibles. A nivel global, existen 738 Reservas de la Biosfera en 134 países, que cubren más del 5% de la superficie terrestre del planeta.

Las reservas de biosfera son “espacios de aprendizaje para el desarrollo sostenible”. Son lugares destinados a ensayar modelos interdisciplinarios para entender y gestionar los cambios e interrelaciones de los sistemas sociales y ecológicos, en particular la prevención de conflictos y la gestión de la biodiversidad. Son espacios que ofrecen soluciones locales a problemas mundiales.

Para ser una Reserva de la Biosfera, un lugar tiene que cumplir tres requisitos: tener ecosistemas representativos a nivel mundial bien conservados y adecuadamente protegidos, disponer de áreas de amortiguación destinadas a la educación, el recreo y la investigación, y contar con espacios de transición donde se puedan desarrollar proyectos económicos y sociales compatibles con el medio ambiente. Las Reservas de la Biosfera tienen múltiples funciones, que incluyen la conservación de la diversidad biológica, la promoción del desarrollo económico sostenible, la generación de conocimientos científicos, la divulgación de conocimientos científicos y tradicionales, y la educación ambiental.

La designación de una Reserva de la Biosfera es un proceso internacional, y su condición es reconocida a nivel mundial. En España, estas reservas son consideradas como áreas protegidas por instrumentos internacionales, similar a la declaración de una ciudad como “Patrimonio de la Humanidad” por parte de la UNESCO (pensemos por ejemplo y sin ir más lejos en la ciudad de Cuenca). Es un honor y un reconocimiento internacional que también implica una gran responsabilidad en la protección y conservación del patrimonio natural y cultural para las futuras generaciones.

El río Cabriel es uno de los ríos mejor conservados de Europa y su valle alberga una diversidad biológica extraordinaria. Contiene un mosaico de sistemas ecológicos y de paisajes muy variado, albergando más de un millar de especies de flora y más de 200 especies de vertebrados terrestres. En el interior del valle se localizan 6 espacios naturales protegidos (Parque Natural “Hoces del Cabriel”-Comunidad Valenciana-, Reserva Natural “Hoces del Cabriel”, Microrreserva “Pico Pelado”; Monumento Natural “Rodenal del Cabriel” Monumento Natural Chorreras del Cabriel y Reserva Fluvial “Río Cabriel” (Bosque de ribera). A estos espacios habría que sumar 11 áreas de la red Natura 2000 de la Unión Europea, los denominados LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) y ZEPAs (Zonas de especial protección para las aves).

Así mismo el Valle del Cabriel supone un conjunto de lugares cargados de historia y vivencias. Este patrimonio cultural excepcional constituye un capital de valores y experiencias, acumulado durante generaciones, que es necesario preservar. En total varios cientos de elementos patrimoniales identificados, de los cuales más de 130 han sido declarados Bienes de Interés Cultural (BIC).