La dirección de Mahle y los representantes de los trabajadores alcanzaron ayer un preacuerdo sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a la planta de Motilla del Palancar y al centro de Paterna. El pacto contempla la salida de 466 trabajadores en Motilla y 40 en Paterna, con indemnizaciones por encima de lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores.
El acuerdo eleva las indemnizaciones a 31 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades para quienes tengan hasta diez años de antigüedad, y 33 días con el mismo tope para los que superen esa cifra.
Además, se fijan mínimos garantizados según la antigüedad. Concretamente 5.000 euros para menos de tres años; 8.500 hasta cinco; 10.000 hasta siete y 14.000 hasta 10 años.
Los empleados podrán además optar por transformar su indemnización en un plan de rentas gestionado de manera individualizada por una consultora externa contratada por la empresa. El pacto incluye también la creación de una bolsa de empleo que dará prioridad a los despedidos en caso de futuras vacantes y la constitución de una comisión de seguimiento.
Será la asamblea de trabajadores, convocada hoy en Motilla en dos sesiones (12:00 y 16:00 horas), la que decida si ratifica o rechaza el acuerdo. Si no se aprueba, quedará sin efecto y será la empresa la que decida qué hacer.
De momento se desconoce la lista de los despidos. La representación sindical ha entregado a la dirección un listado de empleados dispuestos a acogerse voluntariamente al ERE, que está siendo revisado. La previsión es que la empresa comunique mañana la lista de los afectados, quienes tendrán permiso retribuido entre el 3 y el 7 de noviembre. El 7 de noviembre se abonará la indemnización y el 21 de noviembre se hará efectivo el preaviso de 15 días y el finiquito.
El calendario de salidas prevé que en Motilla dejen la empresa 341 trabajadores en noviembre y otros 125 en marzo de 2026.
El responsable de la Federación de Industria de UGT en Cuenca, Jesús Laín, ha reconocido que el acuerdo es insuficiente para los sindicatos: “No puedes estar contento cuando hablamos de 466 personas que se marchan de la empresa, una cifra que da miedo”. El sindicalista advierte además de que trabajadores con más de 24 años de antigüedad quedarán topados en la indemnización, lo que, a su juicio, impide hablar de una salida socialmente justa, pero es " la última propuesta que pudimos arrancar de la empresa".
En la misma línea, el secretario general de Industria de CCOO en Castilla-La Mancha, Juan Cuevas, ha señalado que el acuerdo deja un “sabor amargo”. Según ha dicho, el principal objetivo era reducir al máximo los despidos en esta planta y que el impacto no fuera tan grande en Motilla y en la comarca, “pero la empresa se ha mostrado inflexible. Únicamente se ha conseguido rebajar menos de una quinta parte de la afectación del ERE”, lamenta.
Cuevas destaca que, pese a que en el plano económico “se han conseguido las mejores condiciones posibles”, el hecho de que 466 personas pasen a engrosar las listas del paro de Cuenca a partir del 7 de noviembre es “un golpe durísimo”.
Por otro lado, Laín ha subrayado también la preocupación sindical por el futuro productivo de la planta, donde permanecerán unos 500 trabajadores: “Hay que asegurar la continuidad de la actividad industrial, traer nuevos proyectos y dar estabilidad a quienes siguen en la fábrica. El reto es mantener el empleo y lograr que la planta pueda volver a crecer en el futuro”, ha señalado al tiempo que ha insitido en la necesidad de conseguir que nuevos proyectos devuelvan la actividad y el empleo a la comarca. En este sentido, señala que estarán en la comisión de reindustrialización.
Por último, el dirigente de UGT ha calificado el proceso de negociación como “un mes terrible, de angustia y muchas horas de trabajo”, y ha agradecido la movilización ejemplar de la plantilla durante las jornadas de huelga.