DIPUTACIÓN FERIA DEL LIBRO
Es noticia en Provincia: Sanidad Política felinos Turismo Cuenca ATC Villar de Cañas Grupo Rujamar Eclipse Ajo Morado de Las Pedroñeras Sucesos
Despoblación

Lectura contra la despoblación

La biblioteca de Villalba de la Sierra ha puesto en marcha un club de lectura, La piñonera, para propiciar la reflexión entre los participantes
Lectura contra la despoblación
15/12/2019 - Dolo Cambronero

Villalba de la Sierra ya cuenta con su propio club de lectura. Y el primer libro que han compartido en La piñonera, desarrollado desde la biblioteca municipal de Villalba de la Sierra, no se ha escogido al azar. El monólogo del último habitante de un pueblo abandonado del Pirineo aragonés que da vida a La lluvia amarilla, de Julio Llamazares, ha dado pie a los participantes en esta actividad a reflexionar sobre la despoblación, el futuro de los pequeños municipios, las macrogranjas y la soledad.

El club de lectura arrancó con ocho participantes aunque ya se ha sumado otra persona a la actividad. “Y hay más interesadas”, celebra el bibliotecario, Alfonso Massó, que recuerda que ya intentó poner en marcha esta iniciativa en 2017 pero no se apuntó suficiente gente para desarrollarla.

Desde la Asociación también idearon montar una iniciativa similar pero tampoco salió adelante. Hasta que al tercer intento ha logrado ponerse en marcha. “De todas formas, desde otras bibliotecas me recomendaron que empezara aunque tuviera solo cuatro o cinco alumnos para ver si se animaba más gente porque si no, nunca se hace nada”, indica.

Aunque al final fueron más los interesados y se ha estrenado “con ganas” el club de lectura La piñonera, que se reúne todos los miércoles, desde las 17:00 hasta las 18:30 horas.

Mayoría de mujeres

Como es habitual en los clubes de lectura, la mayoría de las participantes son mujeres, con una edad media de más de cincuenta años. De todas formas, además del bibliotecario, también se han sumado dos varones, uno de ellos de 82 años y otro hombre de Villalba de la Sierra que, aunque pasa temporadas en Barcelona, va a intentar seguir la actividad.

“Estoy muy contenta con el club. Nunca había participado en una experiencia parecida y el hecho de compartir lecturas me ha cambiado la idea de afrontar la lectura”, señala Angelines, una de las personas que se han animado a formar parte del club.

La lluvia amarilla nos ha llevado inevitablemente a hablar de temas como la despoblación, el futuro de nuestros pueblos y la problemática de las macrogranjas, que tan bien conocemos en Villalba”, apunta por su parte Lourdes, otra de las integrantes.

Para el bibliotecario, esa es la “esencia del club”: que por medio de las lecturas surja el debate y se reflexione “sobre los grandes temas que a todos nos importan, como el amor, la muerte, el paso del tiempo”.

En torno al primer libro leído, los participantes han coincidido en señalar que les ha parecido una obra que se lee muy fácil y que está escrita con “una prosa sencilla y muy poética”.

Tras la lectura de La lluvia amarilla, los participantes del club de lectura han comenzado ya con otro libro: La vida era eso, una novela de la periodista y escritora Carmen Amoraga que cuenta la historia de superación de una mujer tras la muerte de su marido.

El club de lectura es una manera más de dinamizar la vida cultural de Villalba de la Sierra, que cuenta con unos 476 habitantes (dato de 2018 según el INE). Según reconoce Massó, al igual que ha sucedido en la mayor parte de las bibliotecas del país en los últimos años, en Villalba de la Sierra también han notado un descenso en el préstamos de libros, un servicio que detalla que utilizan más las mujeres que los hombres.

No obstante, precisa que la biblioteca continúa siendo todavía un lugar de encuentro para muchos jóvenes, que quedan allí para estudiar, y también hay personas que acuden para consultar internet. Además, una chica que está haciendo prácticas desarrolla actividades de animación a la lectura.

El club de lectura debe su nombre al edificio donde se ubica la biblioteca, la Casa de la Cultura de la localidad, que era la antigua piñonera del pueblo, el lugar donde se almacenaban las piñas.

“Las bibliotecas somos casi el único sitio de ocio que hay en los pequeños pueblos. Es el núcleo cultural de Villalba de la Sierra”, subraya Massó, que cuenta que, además, la Casa de la Cultura es también un lugar muy activo, con una variada programación a lo largo de todo el año. Todo para cubrir las necesidades culturales de la localidad.