JCCM NUEVO HOSPITAL
Es noticia en Provincia: Fiestas Patronales Turismo rural Bienestar Social Índice de Propagación Potencia (IPP) de Incendios Feria de Artesanía de Cuenca Reservas hídricas
DIPUTACIÓN TU COMIDA EN CASA

La campaña de la trufa finaliza con un 60% menos de producción

La falta de lluvia y frío ha mermado la producción pero la calidad es excelente y los precios se han mantenido estables entre 800 y 1.100 euros kilo
Fotos: Savia Ecoturismo
23/03/2023 - Paula Montero

El balance final de la campaña en la provincia de Cuenca deja datos poco halagüeños. Y es que, el retraso de la maduración provocado por la falta de lluvia y frío durante este invierno, así como la sequía del pasado verano han hecho que la producción de trufa negra, (Tuber melanosporum) descienda entre un 50 y un 60 por ciento, dependiendo de la zona, respecto al año 2022. 

Y es que, tal y como señala Julio García Rojas, miembro de la Asociación de Truficultores de Castilla-La Mancha, “la producción se ha cortado en seco durante el último mes” y ello ha conllevado que el final de campaña sea “moderadamente negativo” pues, a pesar del descenso acuciado en la recolección de trufa, los precios se han mantenido estables y al alza durante toda la campaña pagándose a partir de 800 euros el kilo durante muchas semanas. Algo que ha permitido a los truficultores amortiguar las pérdidas.

Además, han llegado a superar los 1.100 euros por kilo en algunas ocasiones ya que la poca cantidad de trufa que ha podido recogerse ha sido “de muy buena calidad”, asegura García Rojas. 

 

“La producción de trufa negra se ha cortado en seco en el último mes porque no ha hecho frío suficiente para que madure”

Por otro lado, Sergio Abarca, de la empresa Savia Ecoturismo, confirma también una gran bajada en la producción que cifra en un 60 por ciento y coincide en que las condiciones climatológicas no han sido las más adecuadas para su maduración. En este sentido, Abarca va más allá y apunta a los sistemas de riego como posible solución ante la sequía, aunque “debe hacerse un uso responsable del agua, no podemos estar todos los días regando ni mucho menos porque acabaríamos con los acuíferos, pero quizá el riego podría paliar los efectos del calor extremo de los últimos veranos y potenciar la producción de trufa”.

A la bajada de la producción de trufa, Sergio Abarca tiene que sumar otro punto negativo ya que ha tenido que reducir el número de experiencias de trufiturismo que cada año oferta porque “la gente quiere vivir el proceso completo y si no hay trufa pierde todo el sentido y el encanto porque los perros no encuentran nada y a parte no podemos hacer las degustaciones habituales”, señala.

Por último, Ismael Sanz pone el foco en la trufa silvestre cuya recolección este año ha sido “prácticamente nula”, señala. Si bien, no sabe cuáles han podido ser las causas que han desencadenado esta difícil situación porque “nos queda mucho por aprender sobre este producto y no sabemos si todo ha dependido de la falta de lluvias y el calor o hay otros factores que debamos tener en cuenta y todavía desconocemos”, apostilla. 

Con todo, los truficultores de la provincia de Cuenca ahora están centrados en poner los fundamentos para la próxima campaña de producción que esperan sea mejor que la de este año. 

 

 

COMERCIALIZACIÓN

En cuanto a la venta de la trufa negra recogida en Cuenca durante esta campaña, los truficultores han optado tanto por comercializarla a nivel nacional como internacional. La mayoría de ellos, como indica Julio García Rojas, optan por venderla a intermediarios que la llevan sobre todo a países como Francia, aunque en los últimos años la trufa de Cuenca está llegando a diferentes puntos de Europa lo que pone de manifiesto la apertura de nuevos mercados. En España, por otro lado, la trufa de Cuenca se consume principalmente en Madrid. 

En relación a lo anterior, Ismael Sanz apunta que en España se ha vendido este año entre 600 y 900 euros el kilo, un precio más bajo respecto al comercio internacional ya que “en Suiza, por ejemplo, suele duplicarse y llega a alcanzar los 1.200 euros el kilo”, apunta. Sin embargo, respecto a años anteriores, el precio a nivel nacional ha crecido notablemente lo que ha traído consigo que “algunos restaurantes no hayan podido asumir los costes y por tanto han preferido no incluir en sus cartas platos aderezados con trufa”, destaca Ismael Sanz. Y es que, el aumento de precios ha sido positivo para los truficultores ya que han paliado la pérdida de producción, pero para otros sectores como el de la restauración no.  

Eso sí, “los truficultores hemos empezado a hacer nuestras propias esporas, es decir, semillas para aumentar nuestra producción al año siguiente”, explica 

FERIA DE LA TRUFA

Por otro lado, truficultores como Ismael Sanz esperan que en 2024 se recupere por fin la Feria de la Trufa de Cuenca ya que “este año se iba a celebrar en Salvacañete, pero finalmente no salió adelante”, dice. Y es que, ven en este evento un gran escaparate para dar visibilidad y publicidad a la trufa negra de Cuenca porque “es muy buena, cada vez se demanda más y debemos ponerla en valor”, comenta. 

Foto: Saúl Garcia