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Eduardo Soto
Eduardo Soto
28/03/2020

El virus en perspectiva

Visto lo visto. ¿Estamos suficientemente prevenidos contra el Cambio Climático? ¿Tenemos mascarillas suficientes para evitar la contaminación y así no resultar tan vulnerables a las afecciones de pulmón? Yo diría que no. La OMS lleva desde el año 2000 advirtiendo de que en Europa manejamos una media de 100.000 muertes prematuras al año debido a los niveles de contaminación del aire. ¿Deberían los periódicos mantener una campaña persistente contra el Gobierno por no atender este apremiante aviso? Hace meses, lustros, que deberíamos haber gritado “¡Queremos más mascarillas!” Ya hay demostración científica de la relación directa entre la contaminación ambiental por partículas en suspensión con la velocidad de propagación del coronavirus en el Norte de Italia. ¿Eso significa que nos mienten con la magia de las estadísticas? ¿Implica de manera irrefutable que somos, o son los que están al cargo, unos ignorantes, faltos de sensatez y previsión?

Me temo que no podemos decir que carezcamos de la información que hace tres meses, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP25 en Madrid, se distribuyó por todo el mundo con el mismo rigor que se ha divulgado toda mínima conjetura sobre el Covid19. ¿O mayor? Porque si ponemos en perspectiva estos dos acontecimientos, ambos dignos de alarma (ONU y Guterres dixit), a la COP25 le precedían 31 años de IPCC (el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), mientras que a este virus apenas le llevamos estudiando 4 meses, 4 semanas en España. El IPCC se creó para constatar lo que ya se sospechaba décadas atrás, lo que Lovelock había anunciado presentándonos a Gaia en 1969. Desde 1988 el IPCC ha proporcionado a nuestra sociedad indicios, muestras, hipótesis, experimentos, tesis, pruebas, evidencias, estadísticas, fotografías, películas, cientos de documentales, millares de portadas, miríadas de artículos científicos del más alto nivel, revisados por pares, y millones de comunicados y notas de prensa del Cambio Climático.

Este Panel ha proporcionado a los encargados de formular y aplicar las políticas, no solo eso, sino que después de demostrar fehacientemente lo que ya es evidente para cualquiera que respirase en una ciudad antes de la cuarentena, ha ido, año tras año, aportando evaluaciones científicas periódicas sobre lo que ya se llama Emergencia Climática. Primero sus posibles implicaciones, luego sus dramáticos riesgos, a continuación certificando la evolución de sus catástrofes, contabilizando sus costes, presentes y futuros, en dólares, en euros y en vidas, sus inundaciones, sus sequías, sus migraciones, su hambruna, su futuro desolador para las futuras generaciones, los jóvenes, los niños. ¿Disponemos ya de un almacén de elevadores de ciudades de costa? ¿Poseemos una reserva estratégica de hielo polar para cuando la cosa se complique un poco más?

Deberíamos haber hecho caso a los informes del centenario de la Influenza (2018) donde la mayoría de sus artículos advierten de lo que se nos venía encima y concluyen mendigando, como lo han hecho l@s científic@s durante toda su abnegada vida, una mayor dotación presupuestaria para investigar mejores vacunas y medicamentos, para disponer sus ojos, sus manos y su cerebro al servicio del conocimiento: la única fuente fiable para la prevención eficaz. ¿No lleva Médicos sin fronteras advirtiendo hasta la ronquera y la desesperación de otras epidemias (paludismo, tuberculosis, malaria, cólera, chagas, ébola, dengue) que por ser menos “distribuidas” no dejan de ser menos letales?

Hace cinco años, en la Declaración de Mainau, 36 premios Nobel pidieron a los líderes de todo el mundo actuar para limitar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). ¿Debería salir a la calle mediática y gritar que esta panda de políticos impresentables son todos unos descerebrados, que están ignorando alegremente las advertencias, que hay que deponerlos, que yo les advierto que, desde hoy, desde ahora mismo, deberíamos, todos los españoles, y por ende todo el planeta, dejar de consumir combustibles fósiles YA? Visto lo visto, sí, debería. Pero no forma parte del método científico.

Pasará el Covid, igual tarda pero pasará. Sería pertinente no salir en tromba a recuperar lo que éramos (el consumo desbocado), porque detrás de esa puerta nos está esperando lo peor del Cambio Climático. Aprovechen su enfado para memorizar la analogía: los que ahora desoyen al IPCC y siguen jaleando, financiando y potenciando a los que multiplican los GEI, cuando nos invada el pánico, vociferarán contra la falta de previsión del gobierno de turno y murmurarán a gritos en el oído del hombre de la calle: “¡Ya lo sabían, y no hicieron nada!”.

Lean, aprendan, escuchen y apoyen a la Ciencia, tanto como al fútbol, sería suficiente, ahora y el día después. Buena cuarentena.

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