Tiro al pie

A quien madruga, Dios le ayuda.  Esa es la máxima con la que se ha criado y se levanta cada mañana Felipe Juan de Marichalar, sucesorio por derechas y muso de las ultras.  

Peleas, fiestas, desalojos, escoltas que no pueden seguir su ritmo a doble turno…  Siempre que aparece Froilán en un titular, hay un cubata en la mano.  

Si nos regimos por sus apariciones en la prensa, pensaríamos que es un niñato estúpido que se dedica únicamente a salir de fiesta y vivir a cuerpo de rey. 

En su último cameo en la prensa aparece en un after con jacuzzi y sala de masaje; sin final feliz porque apareció la Policía Municipal.   

Se encarga la prensa, además, de dejar claro que en realidad eso es un club de intercambio, que estaba hasta el techo de todas las drogas conocidas no disponibles en farmacia y que entrar costaba 1.500 euros. 

Uno puede quedarse solo en eso o puede hacer un análisis más profundo. ¿Por qué solo se habla de Froilán cuando salen este tipo de asuntos?  

Froilán también es un ejemplo de superación y de éxito del sistema educativo español; no en vano, acabó graduándose después de pasar por el programa de diversificación.   

No leo tampoco en ningún medio de comunicación sobre sus méritos laborales y su contribución a la sociedad. ¿Por qué se nos oculta todo esto y se destaca solo su faceta de fiestero?