Renovables, sí, venga
Llevo desde los años ochenta defendiendo las bondades de las energías renovables. ¿Por qué? Porque lo son, renovables, es decir, que son útiles para nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos, y los suyos, sin agotarse: tal es la naturaleza del sol y del viento. El petróleo contamina la atmósfera y provoca el efecto invernadero, y además se acaba, por mucho que se empeñe el rubio en “perforar, perforar, perforar”. El carbón destruyó valles y montañas y los pulmones de varias generaciones de mineros. Pero ahora somos tan exquisitos que unas placas solares molestan nuestra visión idílica de la naturaleza. Claro que si tuviéramos delante los pozos petrolíferos o las refinerías entonces desearíamos con locura que nos las permutasen por unas placas solares debajo de las cuales crece la hierba, pueden pastar las ovejas y volar las abejas.
El Rubio les ha impuesto a los pobres ilusos de MAGA una forma peculiar de impuesto al sol. Con esa “indiscutible” visión de futuro con que lo hiciera aquí Rajoy, el Rubio frena de golpe la industria renovable de USA, resucita el carbón y se lo juega todo al precio del petróleo. Es el colmo del razonamiento infantil: como lo del Cambio Climático es mentira, todo lo demás ha de ser verdad. Por ahora no le sale la jugada: en Arabia Saudí le regalan un avión, saquen conclusiones. Un dato contrastable: para producir 1 MWh de electricidad es necesario extraer y quemar unos 400 kg de carbón en una central térmica, mientras que se necesitan unos 6 kg de materiales si se trata de un parque eólico.
Las políticas del Rubio (y sus afanosos secundarios) provocarán un aumento de la temperatura global de entre 2,2 °C y 3,4 °C por encima de los niveles preindustriales. Los gobiernos no podrán ofrecer rescates financieros y será imposible adaptarse a muchos impactos climáticos, lo cual ha llevado a las aseguradoras a negarse a ofrecer cobertura para muchos riesgos climáticos, retirándose de algunos lugares, como ya lo hicieron en su día con las centrales nucleares (ojo, que aún hay muchos que no saben que no hay compañía que se atreva a asegurar una central nuclear). Otros muchos servicios financieros también se vuelven inviables, desde hipotecas hasta inversiones: una crisis crediticia inducida por el clima, lo llaman los expertos.
La buena noticia es que la transición energética es posible y viable económicamente, eficiente y reciclable. Las emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido cayeron un 3,6% en 2024, ya que el uso de carbón cayó al nivel más bajo desde 1666. Destacar que los conductores de coches eléctricos del Reino Unido se ahorraron en promedio alrededor de £800 cada uno (unos £1.700 millones en total) en comparación con los que seguían conduciendo vehículos de gasolina o diésel. Atención: a las ruedas de un coche sólo les alcanza el 22% de la energía que se carga en el depósito. En cambio, si se trata de un coche eléctrico, les alcanza el 81% de la energía de la batería. Por tanto, para recorrer la misma distancia, un coche eléctrico necesita entre 3 y 4 veces menos energía que un coche con motor de explosión.
Las emisiones de carbono de China disminuyeron el año pasado, a pesar del aumento de la demanda de energía, lo cual desactiva la cacareada Paradoja de Jevons. Casi la mitad del planeta está logrando desacoplar el crecimiento económico y las emisiones de carbono, consiguiendo una expansión económica con emisiones estables o en ligero descenso, lo que significa que las emisiones crecen más lentamente que la producción económica. Háganse cargo: para producir 1 MWh con placas fotovoltaicas o aerogeneradores se emite menos de 50 kg de CO2; con gas natural o con carbón soltamos 500 y 1000 kg, respectivamente.
China hoy instala tanta energía solar como todo el resto del mundo, produce el 90% de los paneles solares del mundo y más de tres cuartas partes de sus baterías eléctricas. El PIB de China superó al de Estados Unidos en 2016. Actualmente es más de un 30 % superior y alcanzará el doble del PIB estadounidense para 2035. El Rubio quiere que sus ricos inviertan en instalaciones petrolíferas, y los ricos le dicen que esas estarán obsoletas en cuanto se agote el oro negro o su extracción deje de ser competitiva en un mundo donde el coche eléctrico ya es imparable.
España fue el 7º país del mundo con mayor generación de electricidad fotovoltaica en 2024 y el 4ª con más solar en el mix. Esta es una de las pocas veces en la Historia que este país está bien situado en la visión de futuro. Una ventaja más de las energías renovables en perspectiva: el 90% de sus materiales es reciclable, el carbón sólo puede servir una vez, son memorables las bolsas de lodos tóxicos de los campos petrolíferos y los residuos nucleares son irreciclables durante al menos 10.000 años.