Presupuestos
El pasado día 21, el Ayuntamiento de Cuenca aprobó inicialmente el presupuesto para este año que suponemos entrará en vigor cuando se cumplan los plazos reglamentarios, aunque ya con retraso.
Esto no significa que hayamos estado sin presupuesto la primera parte del año. Simplemente hemos tenido prorrogado el anterior, con las limitaciones de no poder desarrollar nuevos programas.
En la presentación ante el Pleno, el concejal de Hacienda, en un discurso muy técnico y riguroso con breves incursiones en el ámbito de los criterios políticos que han guiado su elaboración, lo definió como inspirado en la prudencia y en la austeridad, pero inversor y solidario y que pretende conjugar el control del gasto con la promoción económica y social. Buen discurso el de Martínez Melero, que incluyó la razón del retraso.
La oposición, como ya es habitual, votó en contra y lo criticó con ardor. ¿Por qué se repite siempre esta misma historia? Pues porque el presupuesto se supone que establece las prioridades de cada partido a la hora de definir el estado de ingresos (política tributaria) y establecer los gastos que más aprecia eliminando aquellos que no le gustan. Cuestión de oportunidad o ideología.
Pero si es importante la aprobación, desde ORIÓN siempre hemos defendido que lo es más la liquidación del presupuesto, pues mide la eficacia y la eficiencia en la correcta y puntual aplicación de los dineros, que es lo que la ciudadanía quiere apreciar pues con ello las corporaciones dan satisfacción a las expectativas y necesidades de la gente.
Entre los vectores que guían este presupuesto destacaremos los siguientes.
1.- Aportan recursos para que, en concierto con la Diputación y la Junta, se pueda desarrollar un plan de empleo para personas en paro que permita la contratación de 120 trabajadores. Y destacamos este proyecto porque hace en la pasada legislatura el Ayuntamiento y la Diputación dimitieron de esa práctica por razones para nosotros incomprensibles. Pensamos que el trabajo es la actividad que más y mejor permite la integración de las personas en la comunidad, en la sociedad y defiende del riesgo de la marginación y la pobreza. En muchos casos da sentido a una vida.
Si a este proyecto se suman las ayudas directas a pymes y autónomos y un incremento sustancial en las partida para subvenciones e inversiones por cuenta propia podemos pensar que estas cuentas municipales serán un vector de desarrollo.
2.- La apuesta por financiar un nuevo plan de mantenimiento urbano, mejora de la red de abastecimiento de agua, ampliación del mobiliario urbano y mejora en el mantenimiento de áreas de juegos infantiles se une al incremento de los fondos destinados a la Policía local y al servicio de bomberos y nos permiten tener la esperanza de que en estos aspectos, (calidad, confortabilidad y seguridad), la ciudad mejorará de un modo apreciable.
3.- Se incorpora un millón de euros para asegurar la financiación de la restauración de la calle de los Canónigos, aún cuando existe un compromiso previo del Consorcio de pagar las obras. Esperemos que a las buenas intenciones se una la celeridad en la ejecución, al tratarse de un espacio estratégico de nuestra ciudad.
4.- Es, así mismo, importante el que se incremente el capítulo de inversiones pues estas actividades son generadoras de empleo, fuente de oportunidad para las empresas y mejoran sensiblemente la actividad económica.
Estaremos atentos a varios aspectos que sin desarrollar en detalle el presupuesto incorpora con créditos que también han crecido, como la cultura y las acciones sociales de apoyo a organizaciones que se ocupan de la atención a las personas marginadas, en riesgo de exclusión y de pobreza.
Decíamos anteriormente que la eficacia de una administración se mide por un alto ritmo de ejecución de los proyectos. Expresamos ahora que la celeridad mide también el rango de liderazgo de sus responsables y califica su compromiso. Deseamos que la velocidad de crucero con la que los proyectos se desarrollen aleje la preocupación y sirvan realmente para la ansiada y anunciada promoción económica y social de nuestra querida ciudad.
Queda dicho.
