"A oscuras"

Podríamos decir que la semana viene buena. Las piscinas están a puntito de abrir, los niños ríen y corren alegres por nuestras calles y por fin, en nuestra provincia, no hay ingresados por Covid en planta y no se registran casos nuevos desde hace varios días.  La vida nos sonríe y los unicornios galopan por nuestros cerros y rotondas.  Pero la felicidad es fugaz y transitoria como el encuentro con un presidente estadounidense porque lo «cuqui» no vende y somos más de sufrir, que de disfrutar. Además, imagino que hoy leerás esta columna en papel porque, al precio que está la luz, no está la cosa para encender el ordenador.  ¡44 %!  Se dice pronto. En realidad, no se dice. Unos no pueden porque, sin querer, han provocado la reacción rastrera  y antipatriota de un mercado que dejaron de controlar cuando vendimos nuestro patrimonio. Los otros callan porque esto es, precisamente, el resultado del mercado que defienden.  «Es el mercado, amigo» que digo un gurú del liberalismo.  Así que hablemos de Colón.  Evitamos de paso, también, hacerlo de Puyol; el hombre que le hizo susurrarle al oído paraules d’amor senzilles y tendres al mismísimo Cid. Eran otros tiempos inocentes en los que recién despertábamos del sueño de la infancia. Consuela ver que, al menos, nadie discute a José Luis Perales; nadie ha insinuado que vote a unos o a otros.  Al menos hay algo que une, sin discusión, aunque solo sea, a los conquenses.  Gracias, pues, Perales, no, ya, por tus canciones; sino por ser algo más difícil en estos tiempos: unánime e indiscutible.