Desquiciamiento
Los suyos le vitorearon ocupando el coso taurino. Nunca sabremos cuántos sapos tuvieron que tragarse algunos, algunas, para poder hacerlo.
Acababa de cortar las dos orejas con su discurso incendiario. Pero él no se percató de que eran sus orejas las que había cortado, no las de su enemigo visceral al que, de modo irresponsable, definió en su alternativa como líder de las derechas (en España hay tres de esas clase) “mayor felón de la etapa democrática”. De lo que hicieron sus ancestros no habla.
Pero en su subidón solo había una sombra. Solo una sombra alargada y oscura a la que no cita, pues de vox, conformado por ese torrente de votos huidos e irrecuperables, aunque él tampoco lo sepa. No habla porque “vox no es nuestro adversario” en palabras de Martínez Almeida, portavoz del PP. pero sí habló en una entrevista posterior para definirlo como uno de los tres partidos que configuran el centro- derecha español.
Es decir, con ese partido no citado sí se puede negociar, compartir gobiernos, alcanzar acuerdos de Estado. Con ellos, declarados amigos de Urban el húngaro eurófobo, se puede pactar para hablar de Europa.
Y si para cumplir los requerimientos constitucionales el Gobierno quiere negociar será lo que él quiera, cuando él quiera y como él quiera.
Con los partidos que configuran la “otra España” ni hablar.
¿Qué pensará de Fraga? ¿Lo considerará un débil izquierdoso? ¿Sentarse para pactar una Constitución con esa otra España no sería en el fondo un crimen de lesa patria cometido por el gallego fundador de su partido?
Que España está en quiebra es su último alumbramiento. Da lo mismo que no cuadren los números, que no lo sostenga nadie más, que economistas patrios y ajenos demuestren que no es así. Casado a su discurso, aún cuando con ello pueda hacer daño a España, a su Partido y y por supuesto a él mismo.
La tercera ley de la estupidez humana sugiere que hace más daño un estúpido que un malo (Carlo M. Cipolla dixit). Y esto por una razón, un malo hace daño a otros, pero un estúpido hace daño incluso a sí mismo.
Lo mismo podría decirse de un desquiciado que se empeña en conducirse de modo que trate de imponer una conducta, un discurso, marcados por su incoherencia. Y en consecuencia el líder del PP ya desquiciado, está desquiciando a su partido, pretende desquiciar a España y si se pone al alcance a Europa.
Definición y sinónimos de DESQUICIAR: sacar de quicio, desordenar o desorganizar, exagerar la importancia de una cosa, enemistar o indisponer, dislocar, trastornar, aturdir…
¿Algo de esto es hacer POLÍTICA?
Queda dicho.
