Despoblación
“Para resolver los problemas que plantean los territorios vaciados hay que vivirlos”.
Así nos hablaba Álvaro Martínez Chana, alcalde de Almonacid del Marquesado desde hace varios años y actual presidente de la Diputación provincial de Cuenca en nuestra entrevista reciente.
Y continuaba:” de ese modo, cuando has sufrido las consecuencias de las carencias, cuando has tenido que soportar miradas de sufrimiento y desesperanza, cuando has estudiado las formas disponibles para obtener recursos económicos y buscar complicidades, cuando sientes la necesidad de hacer algo, te alcanza la convicción de que si gestionas puedes”.
Martínez Chana sabe muy bien lo que es vivir en el mundo rural y gestionar recursos para tratar de detener la sangría de personas que sufre nuestra provincia y procurar revertir la tendencia.
Cuando desembarcó en la Diputación acogió con interés un proyecto que Elena Carrasco, vicepresidenta de la institución, traía en su mochila y en el que había estado trabajando desde la dirección general en la Junta.
Se comprometió en su desarrollo y en su implementación, con reflejo presupuestario de por medio (lo que no está en los presupuestos no está en el mundo, se ha dicho a veces) de tal modo que INTEGRA 22 pasó a ser INTEGRA 4.0. Es decir de ser un proyecto experimental para 22 municipios en los que se trabajaran distintos programas vinculados al uso de redes, informática e incorporación de las mujeres entre otros temas, se pasó a desarrollar un complejo entramado de acciones que comprometieran a todos los municipios de la provincia de menos de cinco mil habitantes y para cuyo desarrollo son imprescindibles dos cuestiones, la complicidad de los ayuntamientos y la aplicación de fondos propios y de la Unión Europea, que deben gestionarse de un modo rápido y riguroso.
Uno de los ejes principales es la repoblación de núcleos susceptibles de recibir nuevos pobladores. No se trata de un ejercicio de voluntarismo o de improvisación pues se realiza aplicando criterios objetivos y con la colaboración técnica de una empresa especializada en la detección de posibles nuevos moradores (urbanitas) y la valoración de los potenciales recursos de los municipios interesados.
Y este es uno de los ejemplos. Hay más.
Es probable que estas experiencias hayan sido decisivas a la hora de incorporar a Martínez Chana a la Comisión Ejecutiva del partido socialista y precisamente encomendándole la misión de trabajar en el área concreta de proponer al Gobierno, a los gobiernos, nuevas iniciativas de acción en el campo de la despoblación de territorios.
El nuevo ejecutivo concluía nuestra entrevista con las siguientes palabras: “en este tema la experiencia directa es un valor añadido, de ahí que sea imprescindible la implicación de las corporaciones locales para establecer amplias zonas, comarcas extensas, para el desarrollo de planes de actuación.
Por ello resulta razonable que los partidos políticos (por su presencia en todos los municipios) establezcan áreas de trabajo específicas en sus estructuras de dirección. Esa será mi misión en la ejecutiva federal, análisis y propuestas.
Sería deseable la unanimidad, es un tema de Estado, pero si no se consigue el PSOE mostrará su compromiso gestionando del mejor modo posible. Ya saben, gestión, gestión y gestión”
Queda dicho.
