Caminando en círculos
«Esto es lo que hay y esto es lo que debes saber». Septiembre es el mes en el que más niños nacen. Es así todos los años. El mes en el que más cumpleaños se celebran, también, todos los años. Y es que septiembre es el mes más repetido. Es, más que ningún otro, el mismo mes de todos los años, todos los años; aunque suene, como el propio septiembre, repetitivo. No hace falta ser Hermann Tertsch ni Aramís Fuster (si es que logras diferenciarlos) para escribir una columna de septiembre de 2024; vale con copiar una cualquiera de los últimos años: Quejas en educación por el número de profesores, su incorporación y el precio de los libros; la Diada, las camas de los hospitales que abren en número inferior al del inicio del verano, cosechas «reguleras», el gasoil por las nubes, el césped de la Fuensanta, en clave más local, y alguna ocurrencia de Aznar —debería de leer el BOE desde 1996 a 2004—.
Ante este panorama no tengo claro si estas cosas que se repiten todos los años son noticia. ¿Será noticia mañana el amanecer? Tampoco tengo muy claro qué se hace entre septiembre y septiembre si un año tras otro volvemos al mismo lugar. Por eso propongo no pasar de mes este año, seguir en septiembre, naciendo niños y celebrando cumpleaños, hasta que todos estos problemas se solucionen, Feijoó sea presidente o un cerdo sobrevuele el Bernabéu. ¡Viva JB! ¡Viva Honduras! ¡Viva Suiza! Hay una que es totalmente improbable. Lo siento, Tito.