Buses, remontes y remodelaciones
Casi casi, un pelín antes, de que los sones de la ronda comenzaran a anunciarnos, con el laúd bajo los balcones, que ya tenemos aquí a un mayo esta vez, además –y no hay más que echarle una ojeada al campo para, con gozo, constatarlo– vaya que sí florido y hermoso, toda una serie de anuncios, pero también, alegrémonos, de realidades, colman estos días la agenda de la movilidad urbana de nuestra capital provincial. En avanzadilla de ese nuevo plan de transporte urbano de la ciudad que se nos dice va a ir entrando en funcionamiento a lo largo del mes ya tenemos rodando por las calles algunos de esos nuevos autobuses eléctricos que parecían dormir el sueño eterno en sus cocheras, estrenamos un horario más lógico y racional y con un coste económico más ajustado para sus usuarios en la comunicación con la estación del AVE mediante las también tan esperadas y ansiadas lanzaderas, se nos habla de ese intercambiador que va a conformarse cabe la histórica estación ferroviaria –aunque a tantos, ¡ay!, nos siga amargando la tan lamentablemente consumada desaparición del tren tradicional–, los principales responsables autonómicos nos avanzan que los remontes mecánicos al casco histórico desde el Paseo del Huécar –expectantes a estamos a ver cómo serán de funcionales y estéticos y, más que importante, como de efectivo será su mantenimiento– podrían estar ya en disposición de entrar en servicio en febrero del entrante 2026, y nos hablan asimismo de la posible instalación de unas escaleras mecánicas para mejorar la accesibilidad desde la plaza de Cecilio Albendea con la calle Clavel y nos anuncian, ítem más, la próxima firma de ese convenio de colaboración entre el ejecutivo regional y el ayuntamiento que posibilitará económicamente la nueva remodelación de una vía tan emblemática como es Carretería, una remodelación que esperemos que de una vez por todas sea la definitiva y, crucemos los dedos, la adecuada y a la altura de los tiempos, para una vía tan por desgracia asendereada y en tantos aspectos en un progresivo declive que ojalá esos trabajos contribuyan a frenar. Planes, anuncios y hechos que esperemos que se vayan dejando notar en el día a día de una ciudad que necesita como ninguna aupar su autoestima con ellos pero también con, y ahí todos tenemos que echar también nuestro personal y colectivo cuarto a espadas opinando, por supuesto, pero también colaborando en el cuidado y en el respeto de un espacio público al que tantas veces, reconozcámoslo, maltratamos como jamás haríamos con el que tan primorosamente mimamos de puertas para dentro de nuestros hogares.