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"He vivido momentos inolvidables con el Villarreal, es el amor de mi vida"

Manu Moreno, speaker de la Balona Conquense, es uno más del vestuario groguet gracias a sus vídeos motivacionales
Foto: Alejandro del Valle
13/11/2022 - Alejandro del Valle

Si el fútbol trasciende toda lógica, por qué no iba a trascender kilómetros. El Villarreal CF tiene a un capitán de primera navegando su Submarino Amarillo en un pequeño oasis situado en Cuenca: se trata de Manuel Moreno (1988), más conocido como ‘Manusaurio’ o ‘El Saurio de LaLiga’.

Aficionado del Real Madrid cuando era joven, se decepcionó cuando echaron de mala manera a Fernando Hierro -por entonces, su mayor ídolo- y Del Bosque tras ganar la Liga. Viendo que el club merengue derivaba a un marketing con el que él no se identificaba, empezó a llamarle la atención un Villarreal que llamaba a sus filas a jugadores que le gustaban, como Sonny Anderson, Coloccini, Riquelme o Reina. Se dio cuenta de que la simpatía se había transformado en pasión cuando se cogió un berrinche en la cruel semifinal de la Champions de 2006 en la que el Villarreal se quedó a las puertas de forzar la prórroga. En 2008 se sacó el abono de temporada, y no desde entonces no falla ni un solo fin de semana a su cita con el club groguet. Aunque para él “todos los partidos son fuera de casa” -en alusión a las 2 horas y media de ida que tiene hasta Villarreal-, la pasión puede con todo. No solo asiste a La Cerámica, sino que ha acompañado al equipo por buena parte de España -”¡He partido dos coches ya de kilómetros!”, comenta-, recorriendo estadios míticos, así como por Europa. Y es que, más que un simple club, el club castellonense se ha convertido en algo indispensable para él. Bromeando con que ha “hipotecado su vida para el Villarreal”, relata cómo ha viajado desde 2008 a entrenamientos, partidos, en circunstancias meteorológicas adversas, en época de exámenes… “Cuando empecé a ser abonado tuve una lesión grave de hombro, perdí el 70% de la movilidad y fue un momento muy duro de mi vida en el que lo único que me motivaba a levantarme cada día era que llegara el finde e ir a ver al Villarreal. He vivido momentos inolvidables porque es el amor de mi vida”, declara. Para el recuerdo, por citar solo algunos, queda la Europa League ganada en 2021, el manteo que recibió de la plantilla tras la victoria por 1-3 ante el Valencia en el último partido de liga y, para no olvidar nunca la humildad y de dónde vienen, el ascenso a Primera después de un sufrido partido ante el Almería en 2013.

Más allá del plano deportivo, Manu celebra el haber encontrado amistades para toda la vida. La plantilla empezó a darse cuenta de la gran pasión de Manu, que acudía a verles a entrenamientos, partidos… Poco a poco, esa afinidad aficionado-jugador se fue transformando en amistades, señalando Manu que ese cariño, apoyo y confianza que él profesaba a los jugadores le fue devuelto por la plantilla. De entre los muchos jugadores -Pau Torres, Javi Fuego, Tomás Pina, Gerard Moreno, Santi Cazorla, Samu Castillejo, Roberto Soldado y un largo etcétera- guarda una relación especial con Bruno Soriano, a quien define como un hermano. “Él representaba en el campo lo que yo represento fuera de él: amor por el Villarreal”, asegura.

 

EL MOTIVADOR DEL CLUB

Aficionados a un equipo hay muchos, pero Manu, en su faceta de ‘Manusaurio’, puede presumir de ser capaz de motivarles personalmente. Esta historia comienza en un partido de la UEFA contra el Steaua Bucarest en el que los amarillos necesitaban ganar sí o sí para pasar de ronda. Manu pensó en hacer, sin pretensión ninguna, un pequeño vídeo motivacional para su Instagram, y se le ocurrió pasárselo a Bruno Soriano y Musacchio. “Para mi sorpresa, lo pusieron en el vestuario antes de salir al campo y ganaron Jugadores que ni conocía me dieron la enhorabuena por el vídeo y pensé que esto no podía acabar ahí, que tenía que hacer más vídeos”, relata. Con humor y desparpajo, ha animado durante temporadas las previas de los partidos del combinado groguet, que pasa por su época dorada. También compone pegadizas canciones con los nombres de los jugadores, habitualmente entonadas a las comidas de equipo a las que es invitado. Hoy día, sueña con trabajar en un futuro como speaker del Villarreal, algo que ya trabaja con la Balona Conquense.

Entre su colección de tesoros, Manu cuenta con un trozo de la red en la que se tiraron los penaltis en la final de la Europa League 2021 y el balón de los octavos de Champions ante la Juventus

UNA CASA DE MUSEO

La pasión de Manu ha convertido su hogar en todo un museo futbolístico que hace las delicias de quien mira cada rincón. Más de 300 camisetas, muchas de ellas con especiales dedicatorias de los jugadores, adornan la pared de su habitación y del pasillo. Entre los estantes del salón, botas de míticos jugadores groguets se conjugan con autógrafos, fotografías… la joya de la corona es un trozo de la portería de Gdansk en la que se lanzaron los penaltis en la final de la UEFA. “Cada día que me levanto, soy la persona más feliz del mundo”, declara. Una casa de museo, literalmente, ya que Manu revela una de sus intenciones futuras: poner en marcha un museo-restaurante en el que pueda exponer sus objetos, a través de los cuales explica la historia de su vida, así como la más reciente del club.