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“Siempre hemos intentado despertar conciencias, abrir mentes”

Ángel González Ballesteros repasa las tres décadas de teatro de la Compañía Desahucio, ganadora del I Certamen Provincial de Teatro Aficionado Diputación de Cuenca
“Siempre hemos intentado despertar conciencias, abrir mentes”
Ángel González Ballesteros (izquierda) y Miguel Ángel Ibáñez.// Foto: Saúl García
03/10/2021 - Dolo Cambronero

Sus vidas han estado ligadas a la docencia y el mundo de la interpretación a partes iguales, dos oficios que han impregnado con su mirada social. Los maestros Ángel González Ballesteros y Miguel Ángel Ibáñez, ahora jubilados y núcleo duro de Desahucio Teatro, han visto recompensada su labor durante décadas en los escenarios al haberse alzado, por su obra Chiquilladas, con el galardón del primer Certamen Provincial de Teatro Aficionado, organizado por la Diputación de Cuenca. Además, Ibáñez también se proclamaba mejor actor en este concurso. 

Desahucio Teatro nació como tal en 1998 aunque el germen de la compañía hay que buscarlo unos años antes, a principios de la década de los ochenta, cuando estos dos maestros coincidieron en unos talleres de interpretación dirigidos a jóvenes del barrio de Las Quinientas. Los fines trascendían más allá de iniciar a estos muchachos en el mundo teatral ya que también se buscaba ayudarles en la vida. “Como anécdota, nos decían: nosotros antes éramos malos y ahora somos buenos”, relata Ángel González Ballesteros.

Aquellos cursos cristalizaron en el año 1983 en la compañía el Taller de Teatro Lebota, con el que comenzaron a girar por Castilla-La Mancha. “Actuábamos en las calles, en las plazas…”, rememora.

“Fuimos un grupo especial, singular”, incide, recordando que les llamaban el grupo de los maestros. González Ballesteros reconoce que el mundo del teatro aficionado es “sacrificado”. “Los montajes se preparan en invierno y las representaciones son en verano. No todo el mundo está predispuesto a dedicarle tanto tiempo. Tiene que haber un compromiso”, recalca.

Y hace hincapié en que, aunque ellos apostaron por la docencia y no se decidieron a dar un paso más para hacer del teatro su profesión, sus montajes “eran serios, con rigor”. “Podríamos haber sido un gran grupo”, anhela.

Pero llegó un momento en el que el Taller de Teatro Lebota fue perdiendo fuerza hasta que acabó disolviéndose, naciendo posteriormente Desahucio Teatro, compuesto por personas con experiencia diversa en el mundo teatral, cuyo número de miembros ha ido oscilando con el paso del tiempo.

El primer montaje de esta compañía fue Soy un sinvergüenza, un clásico del autor Pedro Muñoz Seca, aunque González Ballesteros admite que no es una obra que representara especialmente lo que era este nuevo grupo, que escenificaría después otros títulos más acordes a su idiosincrasia, como  adaptaciones de La casa de Bernarda Alba y El Lazarillo de Tormes. Otro momento emotivo de la historia de este grupo es la organización del primer belén viviente en Cuenca capital, que desarrollaron en las Navidades 2002-2003 por el Casco Antiguo de la ciudad.

González Ballesteros también destaca que desde el grupo fueron impulsores de la Escuela Municipal de Teatro y pelearon por la llegada a nuestra ciudad de la Escuela de Arte Dramático, que está previsto que entre en funcionamiento el próximo curso.  

El último montaje de Desahucio Teatro ha sido Chiquilladas, una adaptación de la obra del dramaturgo francés Raymond Cousse, que se sirve de la mirada inocente de un niño para, en tono irónico, hacer una crítica de la sociedad, abordando diversos temas: la vida, la muerte, la violencia, la escuela, la religión y el sexo, entre otros. “Le dimos nuestro toque personal. Lo representamos con baúles como si fuera ese viaje por la vida, hacia Ítaca”, cuenta.

Miguel Ángel Ibáñez es el único actor de esta obra aunque no se trata de un monólogo al uso dado que va representando a varios personajes mientras va contando la historia. No obstante, el joven Israel Pozuelo ha sustituido a este maestro en algunas funciones de esta obra. De hecho, él fue quien se subió al escenario en el Certamen Provincial de Teatro aficionado -celebrado del 24 al 26 de octubre-, aunque la valoración del jurado se basó en un vídeo en el que aparecía Ibáñez por lo que el reconocido ha sido este.

Si hay algo que ha caracterizado el teatro que han hecho a lo largo de los años, González Ballesteros incide en su calado social: “Siempre he intentado despertar conciencias, abrir mentes”.