CIRCUITOS DIPUTACIÓN
Más entrevistas: Araceli Cuerda Alejandro Moya Mabel Lozano Óscar Fernández Ruiz Cristina Domínguez Segovia Marina Sánchez Calleja Olga Burguillo Hernández Pasión Vega Elena Garrido Leonor Gago

“Si no hay un impulso público en igualdad con leyes, no se avanza”

La consejera de Igualdad se pone como objetivo a corto plazo mejorar el tránsito a una vida normalizada cuando salen de los recursos de acogida aquellas mujeres que han sido víctimas de violencia machista
“Si no hay un impulso público en igualdad con leyes, no se avanza”
Foto: Saúl García
17/11/2019 - Dolo Cambronero

Una de las novedades de la segunda legislatura de Emiliano García-Page ha sido la creación de la Consejería de Igualdad en el Gobierno regional. Su responsable, Blanca Fernández, portavoz también de Castilla-La Mancha, habla de la necesidad de introducir elementos correctores en pro de la igualdad. “Cuando casi el 60% de las personas desempleadas en Castilla-La Mancha son mujeres, hay un problema que hay que resolver haciendo política”, subraya.

-¿Por qué era necesaria la Consejería de Igualdad?

Araceli Martínez dejó un trabajo inmejorable como directora del Instituto de la Mujer pero hacía falta un impulso desde el punto de vista de la transversalidad. Y eso se consigue a través de una consejería. Si queremos implementar políticas en todo el Gobierno en su conjunto, el empuje es grande si se tiene una consejería que coordine todas las políticas, las impulse y que hable de igual a igual con las personas responsables de las consejerías. En ese sentido, ha sido todo un impulso y se está notando. Es verdad que yo me he encontrado el trabajo muy hecho y a los consejeros y consejeras muy concienciados. Porque Araceli hizo un gran trabajo.

-¿Cuáles son las líneas estratégicas de la Consejería de Igualdad?

El Instituto de la Mujer es muy fuerte, sobre todo si lo comparamos con otros organismos de otras comunidades. Tiene una gran autonomía y una gran capacidad de llegada a practicamente todo el territorio y posiblemente somos la consejería con más órdenes de convocatorias y subvenciones abiertas de todo el Gobierno a pesar de que tenemos un presupuesto muy pequeño en relación con otras áreas. El Sescam maneja más de 2.000 millones de euros e Igualdad va a disponer en el próximo ejercicio de 22 millones, que es un incremento de más de un 30% respecto a los últimos años. Los objetivos esenciales de la Consejería tienen que ver con seguir afianzando el trabajo que se está haciendo a través de las convocatorias con el tercer sector y a través de los recursos propios, como los centros de la mujer y los recursos de acogida. Pero en las políticas que se ejercen de manera transversal: lo que tiene que ver con la vivienda, con el empleo, con la educación -que es esencial-, con la sanidad..., hay mucho que hacer en aras a la promoción de la igualdad, sobre todo en educación, y a la prevención de la violencia de género y en la asistencia a las víctimas. Ahora tenemos ayudas concretas para alquiler de viviendas para víctimas y se ha puesto en marcha un plan de empleo por la igualdad para este colectivo y para mujeres en situación de vulnerabilidad en zonas rurales. También hay un impulso estratégico por parte de la Consejería de Educación para poner en marcha planes de igualdad en los centros. Y está también el Estatuto de Mujeres Rurales a través de Agricultura... En definitiva, todo el Gobierno en su conjunto está trabajando porque si no impulsamos permanentemente corremos el riesgo de retroceder.

-¿Qué medidas concretas contempla el plan de empleo por la igualdad?

Hay tres medidas. Este plan es la primera parte de lo que vamos a diseñar a lo largo de la legislatura. Contempla, por un lado, la contratación de mujeres víctimas de violencia de género durante al menos seis meses, más una parte de formación. Y por otro, la contratación de mujeres en zonas rurales de menos de 5.000 habitantes, en situación de vulnerabilidad por la baja empleabilidad, además, con una aportación extra para las zonas ITI [de Inversión Territorial Integrada], que es muy interesante para esta provincia. Entendemos que hay que hacer un esfuerzo en las zonas rurales de la región porque sin mujeres, no tienen futuro.

Y otra tercera pata que es una ayuda a las empresas o entidades sin ánimo de lucro que conviertan contratos eventuales en indefinidos o que contraten a una víctima de violencia de género de manera indefinida desde el principio. Esta es la primera parte porque lo que se pretende en esta legislatura es tener una estrategia global de empleabilidad femenina porque la tasa de paro de las mujeres es muy superior en Castilla-La Mancha al desempleo masculino, que está por debajo de la media nacional, un dato que no lo decimos lo suficiente. La femenina está por encima y es ahí donde tenemos que actuar. Para ello, la Consejería de Economía, Empresas y Empleo está diseñando una estrategia que verá la luz en los próximos meses y que yo creo que va a conseguir grandes éxitos.

“Si no hay un impulso público en igualdad con leyes, no se avanza”

-¿Qué plantean para prevenir la violencia machista?

Estamos trabajando muy intensamente con la Consejería de Educación en la formación del profesorado y, sobre todo, en la puesta en marcha de planes de igualdad en los centros públicos. Esto se ha hecho a través de una convocatoria. Creo que va a haber un buen número de colegios e institutos que se van a sumar. Además, estamos haciendo talleres en los centros y ahora estamos llevando a 40 institutos una obra de teatro muy actual con el tema de la violencia, con una repercusión brutal: Don Juan Tenorio. La sombra ensangrentada de Inés. Va una psicóloga que les pone en antecedentes y luego hay un taller posterior a la obra. Entra como un cañón en la conciencia de los adolescentes. No quedan indiferentes. Empiezan a reconocer conductas que a veces consideran normales, como el control a través de las redes sociales o del móvil; las empiezan a interiorizar como conductas precursoras de la violencia de género. Es muy potente y estamos viendo cómo llegar a más centros. Y también creemos mucho en la sensibilización. Se hace de muchas maneras como trabajando, a través del tercer sector, en concienciación sobre prevención de la trata o de la ablación genital femenina, o entrando con talleres en los centros educativos y a través de los centros de la mujer en otros ámbitos donde nos llaman. Y ahora estamos haciendo un esfuerzo importante con campañas en los medios como ‘Si somos iguales, ¿por qué nos tratas diferente?’. Y este verano, con la campaña ‘Sin un sí es no’ para prevenir agresiones sexuales especialmente en cita. Y para prevenir la violencia de género, para este mes de noviembre, tendremos también una campaña muy potente porque entendemos que la sensibilización debe ser continua. No puedes hacerla un año, un mes... O es permanente o corremos el riesgo de que la sociedad no se implique.

-Uno de los compromisos era modificar la Ley de Igualdad de Castilla-La Mancha. ¿Hacia dónde va a caminar?

Debemos impulsar la presencia de las mujeres en los cargos de toma de decisión con medidas concretas que podamos contemplar en la ley. Esto se está haciendo ya en la Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales. Se contemplan medidas para contribuir a cumplir los criterios de paridad en las juntas directivas de las cooperativas, de las organizaciones profesionales agrarias o de las asociaciones. Pues esa misma filosofía: que reciba más ayudas quien cumpla criterios de paridad. Llegará un momento en que deje de recibir ayudas públicas quien no tenga paridad en sus juntas directivas. Esto que diseñamos a través del Estatuto de la Mujer Rural y que se va a aprobar en noviembre, pretendemos que sea el eje de la Ley de Igualdad. Y hay que impulsar la transversalidad a través de esta ley como filosofía del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha. Hay que establecer herramientas para que el resto de administraciones y la sociedad puedan articular planes de igualdad y fomentar la presencia de mujeres en consejos locales para que no sea testimonial. Tenemos testado que si no hay un impulso público a través de legislación o de medidas concretas, no avanzamos.

-En 2016, se creó la Comisión de Igualdad de Castilla-La Mancha con el fin de introducir la perspectiva de género en las decisiones económicas. ¿Qué balance hacen?

Bueno, porque cuando se toman decisiones económicas, si se hace con perspectiva de género, se acierta más. Y voy a explicar la perspectiva de género, que a veces se confunde con una falacia que se ha inventado la ultraderecha que es la ideología de género. Eso no existe, es un invento de la ultraderecha. Lo que existe es la perspectiva de género a la hora de hacer políticas, que es sencillamente pensar en las mujeres, en cómo pueden afectarles. Por ejemplo, en la incorporación de jóvenes agricultores al campo, veíamos que eran muy pocas las mujeres que solicitaban estas ayudas. Si desde el Gobierno pensamos que el mundo rural no tiene futuro sin las mujeres, vamos a introducir un elemento corrector. Así, por ser la titular de una explotación agraria o tener la titularidad compartida, tenían más puntos. Y eso ha hecho que al menos el 35% de las ayudas para la incorporación al campo o para la mejora de explotaciones hayan ido a explotaciones de mujeres o de mujeres en igualdad con hombres. Eso es un paso adelante, eso es introducir la perspectiva de género. Es lo que se consigue a través de la Comisión de Igualdad, que es analizar qué influencia va a tener en la población una medida concreta de los presupuestos.

-Contrasta el éxito de las movilizaciones feministas y los avances en igualdad con la postura de algunos partidos políticos.

Hay que explicar claramente qué es el feminismo. Me llama la atención cuando hay personas que dicen: ‘Yo no soy ni machista ni feminista. Quiero que todos seamos iguales’. Bien, pues tú eres feminista si quieres que todos tengamos las mismas oportunidades. El feminismo no aspira a castrar a los hombres como por parte de la ultraderecha se está intentando hacer ver. Tenemos nuestras coincidencias y diferencias pero lo que no puede haber es desigualdad. Cualquier persona sensata del siglo XXI, ¿cómo no va a querer la igualdad? Quienes están defendiendo desde posiciones políticas como las de Vox u otras otra cosa, es que son machistas y quieren a las mujeres subyugadas en casa. El lugar que nos corresponde es compartido en igualdad con los hombres. Pero como esa igualdad no es real, son necesarias políticas con perspectiva de género, una consejería de Igualdad y todas estas medidas que estamos tomando y que ojalá no hicieran falta.

"La ideología de género es una falacia inventada por la ultraderecha. Es necesario hacer políticas con perspectiva de género"

-¿Qué medidas contemplan en el ámbito de la conciliación, que parece que sigue incumbiendo más a las mujeres?

Hubo un salto cualitativo cuando se firmó el segundo plan de conciliación en la pasada legislatura, que permite adaptar los horarios de los empleados públicos. Entendemos que es más difícil de hacer en la empresa privada pero se puede facilitar la conciliación no solamente con la reducción de jornada, que el 90% de las personas que lo piden son mujeres. Hay que incentivar o que la soliciten los hombres o que no haga falta para poder conciliar. Hay empresas en que la presencia es obligada pero en otras no es necesaria. Es ahí donde empresas y agentes sindicales tienen que ponerse de acuerdo. Aunque esto es un parche. El salto cualitativo que hay que dar es la corresponsabilidad. Cuando los hombres sientan que es su responsabilidad tanto como nosotras, la conciliación será más fácil. Porque ahora es un problema que tenemos las mujeres. Quien tiene ansiedad por no poder dedicarle más tiempo a los hijos somos nosotras. Aunque cada vez más los hombres sienten que es su responsabilidad, aún no de igual manera que las mujeres. La tarea más importante de cualquier sociedad es la crianza y la educación. Es corresponsabilidad de la sociedad en su conjunto. Nos quejamos de que no hay niños, de que envejece la población. Por tanto, vamos a facilitar a las familias que puedan tener hijos y conciliar su vida laboral con la familiar. Eso pasa por la racionalización de horarios y por una cultura empresarial y del trabajo distinta, que tiene que impulsar el Gobierno de España. Y a mi modo de ver, Pedro Sánchez es el único que se lo cree.

-Han aumentado los delitos sexuales.

En violencia de género, entendemos que cuando una mujer denuncia es porque se siente más segura y no tiene por qué implicar un aumento de los casos. Pero en las agresiones sexuales, creemos que el incremento es real. Yo lo enlazo directamente, aunque todavía no está testado y hay que investigarlo a nivel nacional, con el uso descontrolado de las redes y el consumo de pornografía por buena parte de la población juvenil, especialmente masculina, que además consume pornografía de sumisión, que está de moda y que son violaciones en grupo en muchos casos. Se ha disparado ese consumo a raíz del caso de La Manada. Creemos que tiene una incidencia directa sobre las agresiones sexuales. En Castilla-La Mancha, han subido un 36% las denuncias por agresiones sexuales y violaciones, y un 25% por abusos. Pero estamos en la media nacional. Por eso hemos puesto mucho empeño en la campaña ‘Sin un sí, es no’, porque la mayoría de las agresiones se producen en cita. Hemos detectado situaciones de abuso y se han derivado a los recursos oportunos.

-¿Cuáles son los retos más inmediatos?

El reto más a corto plazo es mejorar el tránsito a la vida de una víctima de violencia de género que está en un recurso de acogida, que en algún momento tendrá que abandonar, para que no vuelva a caer en el círculo de la violencia. Hay un porcentaje de mujeres que vuelven incluso con su agresor porque no tienen independencia económica. Ese objetivo me lo marco a corto plazo porque no me deja dormir. Y otro, que no es competencia regional, pero que me preocupa es que no puede ser que más del 80% de menores cuyas madres son víctimas de violencia de género tengan régimen de visitas con los maltratadores con sentencia firme. No son buenos padres, no pueden serlo. Estamos poniéndolos en riesgo. Es la asignatura pendiente que tiene el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.