“La risa nos ayuda a espantar el miedo que nos amenaza”

Cultura y Universidad deben ir unidas de la mano, con iniciativas que fomenten el interés por el arte, facilitando así su consumo por parte de los jóvenes. La Universidad de Castilla-La Mancha es promotora de eventos culturales orientados a los estudiantes, gracias al Centro de Iniciativas Culturales y a la colaboración con asociaciones como Amigos del teatro, en el caso del Campus de Cuenca.

Y es precisamente en Cuenca donde tendrá lugar la representación de la obra La sartén por el mando, de Teatros Luchana. Será este miércoles, 27 de noviembre, en el salón de actos del Edificio Gil de Albornoz, con Roser Pujol y Balbino Lacosta como actores. Se trata de una comedia sobre el poder de los medios de comunicación, en la que se critica a los poderosos y se habla de los miedos para poder reirnos de ellos.

La directora de la obra, Áurea Martínez, cuenta con una amplia trayectoria en el mundo de la dirección, tanto teatral como audiovisual, con trabajos tanto de ficción, como de documentales -muchos de temática social y etnográfica- y videoarte. Además, también es guionista, realizadora y productora audiovisual, y ha trabajado en series y programas de televisión, como “Vientos de agua”, galardonada con el premio Martín Fierro a mejor guión.

P.- Dentro de tu faceta de directora, has trabajado tanto el drama, como en el corto Cuidadores, como la comedia, como es el caso de La sartén por el mando ¿Qué es más complicado: hacer reír o llorar?

R.- Hacer reír, sin duda, creo que a la hora de llorar, todos lloramos por las mismas cosas, a todos nos duelen las mismas cosas, con lo cual es muy universal. Sin embargo, el humor es muy diferente. En cada uno de los humores hay una gran diferencia, ya sea dentro o fuera de un mismo país.

P.- Los temas que sobresalen en tus obras son muy variados, pero prima uno en especial, sobre todo en esta obra: la crítica a los poderosos. Este tema puede generar cierta controversia, ¿crees que puede haber alguien que se sienta en cierto modo ofendido por esta crítica?

R.- Bueno, yo creo que desde luego es un humor que no es nada complaciente y lo que estamos haciendo no es un humor fácil, es un humor con el que, en el fondo, estamos intentando reírnos de estos tiempos desquiciados en los que vivimos y casi lo utilizamos como un arma para poder afrontar ciertos temas. Entonces, reírnos de esos miedos yo creo que es muy saludable. Evidentemente, se puede sentir un cierto caos personal, porque somos incisivos, pero lo que intentamos hacer es que la gente piense un poquito, que le demos una vueltita más allá del primer pensamiento que nos llega, que seamos capaces de cuestionarnos a nosotros mismos y con eso poder avanzar un poco.

P.- Y hablando de tiempos difíciles, con la situación política tan agitada que estamos viviendo estos días en nuestro país, ¿podremos ver en tu obra algunas situaciones que nos recuerden lo que estamos viviendo ahora? ¿Qué críticas crees que debemos hacer del mundo actual?

R.- Bueno, yo creo que lo fundamental es reflexionar. Hablamos de de muchas cosas, pero creo que es muy necesaria la reflexión y bueno, lo que intentamos también es que la gente se lo pase bien, no es una obra muy cocuda. Es profunda, pero creemos que la risa nos ayuda a espantar el miedo que nos amenaza, porque creo que todas estas reacciones que se están produciendo en general en el planeta nos hacen temer muchas cosas.

P.- La sartén por el mando es una obra que agrupa textos de distintos autores: Juan Mayorga, Fermín Cabal, Carlos Molinero, Karl Valentín y Arístides Vargas ¿Cómo se ha logrado cohesionar todos estos textos y que la obra tenga un sentido completo?

R.- Pues mira, porque aunque son autores muy diferentes, todos ellos son muy interesantes, son grandes autores. Y aunque en el fondo tienen tonos distintos, sí comparten un punto de acidez y un punto de crítica social, son como flashes, como viñetas que entre todas forman un conjunto que nos dan un reflejo de la sociedad en la que estamos, son como pinceladas.En todas ellas nos vemos reflejados en unas historias o en otras, en unas porque nos sentimos de acuerdo y en otras porque estamos en desacuerdo, hay gustos para todos.

P.- Otro de los temas que sueles tratar en tus obras suele ser la mujer, tanto en el teatro como en lo audiovisual. En el corto Las constituyentes se muestra cómo un grupo de mujeres españolas lograron su papel en la sociedad y la política, ¿qué mujeres referentes hay en la actualidad a la hora de recuperar ese espacio público del teatro español?

R.- Bueno, yo creo que hay un movimiento ahora mismo de muchas autoras y de muchas dramaturgas, y que cada vez hay más mujeres escribiendo, dirigiendo y plasmando su mirada, que no es ni mejor ni peor que la de los hombres, pero desde luego es diferente, y somos la mitad de la población. Sobre todo, yo creo que ahora hay que echar un vistazo a todas las nuevas generaciones que van tomando su jugo y que son interesantes.

P.- Hablemos de tu gira. Has pasado por numerosas salas de todo el país con esta obra ¿Qué ciudades te quedan para terminar esta gira?

R.- Ahora estamos pendientes de varias redes de teatro que están un poquito paralizadas, como todo el país en general, a ver si salimos de esta situación de parálisis y podemos empezar a confirmar cosas. Nadie se atreve a contratar y a confirmar, porque no saben lo que va a pasar, entonces confiemos que el desbloqueo ocurra y podamos empezar a ponernos en marcha.

P.- ¿Qué nuevos proyectos tienes entre manos? ¿Quieres seguir por el camino de la comedia o más por el del drama?

R.- Pues mira, estoy escribiendo una obra de teatro, y bueno, yo nunca me planteo si comedia o drama, la verdad es que me suelen salir en una mezcla extraña y que es un poco como la vida ¿no?, en la que hablas con profundidad de las cosas, pero a la vez le das un respiro al espectador pudiendo liberar esa angustia que puede producir. Ese juego a mí es en el que me gusta moverme, no es fácil, pero yo me encuentro a gusto.