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"Pienso en llegar a Gran Maestro en unos años"

Miguel Ruiz se ha convertido, con 17 años, en el segundo conquense que consigue el título de Maestro FIDE
"Pienso en llegar a Gran Maestro  en unos años"
Fotos: Saúl García
06/10/2022 - Alejandro del Valle

Poco después de que hayan empezado las clases, un nuevo Maestro se suma a las aulas. Pero este maestro no enseña sintaxis, ni historia, ni inglés. Tampoco matemáticas, aunque concretamente el 8x8 lo tiene bastante dominado. Es más, a sus 17 años, es él quien recibe estas clases. Se trata de Miguel Ruiz Buendía (2005), jugador de ajedrez que hace dos semanas consiguió el título de Maestro FIDE. El joven se convierte así en el segundo conquense en conseguir este preciado distintivo, tan solo después de Herminio Herraiz, que ostenta incluso el de Gran Maestro.

La historia de Miguel en el campo de batalla blanco y negro comienza mucho tiempo atrás. El joven se vio atraído por el ajedrez a la temprana edad de 5 años, enseñado por su abuelo, para posteriormente empezar a entrenar con un programa con el que mejoraba su juego. A los 8 años se estrenó con un torneo en Cuenca, logrando ganar la primera partida y un trofeo que sería un prólogo de los venideros éxitos.

En la actualidad, entrena con el Gran Maestro cubano Renier Vázquez, que reside en Madrid. Tras una prolífica carrera, el joven se plantó en el mes de mayo con 2100 de puntuación ELO. Una vez comenzado el Campeonato Absoluto de Madrid, el joven conquense sumó siete puntos de nueve en semifinales, subiendo alrededor de 100 puntos. Tras ganarle a un Maestro Internacional, subió otros 30, consiguiendo el título. “Estaba contento, pero aún tenía que estar concentrado porque nos quedaba otra ronda y tenía posibilidades de hacer podio”, recuerda Miguel.

Finalmente lo consiguió, y asegura que ese tercer puesto en absoluto le hizo casi más ilusión que el propio título de Maestro FIDE, pues era algo que acabaría llegando algún día. Si tuviese que definirse como jugador, Miguel reconoce entre risas que puede llegar a ser demasiado agresivo. “A veces me falta paciencia para ganar las partidas e intento hacerlo rápido”, comenta, asegurando que está trabajando en sus puntos flojos para ser un jugador completo capaz de adaptarse al contexto de la partida. Fan de Magnus Carlsen y Bobby Fischer, ávido lector de Mis geniales predecesores de Kasparov y asiduo a la apertura siciliana, no le tiene miedo a empezar en segundo lugar, moviendo las fichas negras.

 

PARTIDAS INOLVIDABLES

Las 64 casillas en las que se libran batallas tan silenciosas como tortuosas dan para mucho, y a su corta edad, Miguel ya tiene grabados en la retina algunos grandes momentos. Con especial cariño recuerda sus tablas ante la leyenda Anatoly Karpov, con quien se midió en una exhibición de simultáneas en Marbella.

Con tan solo 13 años sorprendió a uno de los mejores de la historia, y aunque reconoce que le hizo mucha ilusión, el joven le resta importancia comentando que le da más importancias a las partidas lentas y no simultáneas. No estuvo exento de sorpresa el ex top 40 del mundo Eduard Romain, cuyos libros ha estudiado y trabajado. Disponiendo de ventaja en dos ocasiones, el joven no pudo concretar la épica para derrotarle, pero quedó muy cerca.

La partida más especial para él, comenta, fue la última del Campeonato de Madrid sub 16, donde se enfrentó a un joven que, desde pequeño, no cedía un ápice a la hora de ganar todos los torneos. Empatados a puntos, encaraba esa última ronda sabiendo que sería muy complicado, pero logró derrotar a su rival para coronarse campeón regional.

 

OBJETIVO INTERNACIONAL

No descansa el joven ajedrecista tras conseguir el título de Maestro FIDE, sino que ya tiene en mente el siguiente gran paso: el de Maestro Internacional. Requiere 100 puntos más de ELO bastante difíciles de conseguir, comenta Miguel. No obstante, si todo va bien, podría conseguirlo este mismo invierno, pues jugará varios torneos, siendo especialmente duros dos en Barcelona y otro en Suecia.

Trabajo detrás no falta: tras llegar desde el Campeonato de España por equipos, disputado en Galicia el pasado fin de semana y del que salió como quinto clasificado con la Comunidad de Madrid, el joven conquense llega a dedicarle hasta 12 horas diarias al ajedrez entre entrenamientos, problemas, lecturas y visionado de partidas.

Con este brillante y prometedor futuro por delante, no es extraño que Miguel piense en más: el título de Gran Maestro, algo para lo que se muestra precavido. “Pienso en conseguirlo, pero a lo mejor me quedan tres, cuatro, o cinco años”, puntualiza.

Otro de sus objetivos es ser campeón o emplazarse en el podio de un campeonato de España, algo que antaño pensaba que tan solo sería posible en los que se disputan por edades. No obstante,   mediante el entrenamiento y la mejora con la que se ha visto recompensado, Miguel asegura que ve cada vez más factible poder pelear por esos primeros puestos en los torneos de carácter absoluto, lo que para él sería un gran sueño.