"Gracias al trabajo de muchos pudimos aportar nuestro granito de arena"
Tras la orden nacional de que la sociedad debía confinarse para parar la propagación del ‘SARS-CoV-2’, muchos cumplieron a rajatabla esta decisión por el bien común, mientras que otros daban todo lo que tenían en su puesto de trabajo esencial. También hubo personas como Fernando García, que lejos de esperar a que la situación mejorase, decidió emprender una campaña para ayudar a aquellos que peor lo estaban pasando. Así surgió la iniciativa de mecenazgo ‘Ayuda al Hospital de Cuenca’, mediante una plataforma con el objetivo de recaudar fondos para el centro médico de la capital conquense. “Había visto otras campañas similares por toda España, pero cuando me decidí a ayudar con una donación, vi que en Cuenca no había ninguna, me fijé un poco en cómo funcionaban otras y en pocos minutos creamos la campaña”.
García es ingeniero de telecomunicaciones y trabaja y reside en Madrid. Sin embargo, no oculta ser “un conquense que se siente orgulloso y que echa de menos su tierra”, es por eso que lanzó esta idea que, en pocas horas, ya había superado los 2.500 euros de apoyo.
“Me puse en contacto con el Hospital Virgen de la Luz y me comentaron que ellos como tal no podían aceptar donaciones de dinero, sino el SESCAM. El problema era que este proceso tardaría como un mes en hacer que el dinero llegase a ellos, y la campaña seguía en marcha a un ritmo de apoyo muy alto, por eso decidimos convertir esas donaciones en material para el hospital”. Un proceso angosto y muy complicado, pues si ya de por si las administraciones tenían dificultades para encontrar elementos de protección ante el cierre de mercados, ¿qué podría hacer un ciudadano? La respuesta es mucho. Fernando y varios de sus amigos comenzaron a contactar con agentes de aduanas para estudiar vías de compra del material. “Lo hicimos a través de Linkedin y en pocos minutos tuvimos respuesta, el problema era que la primera opción era comprar material a China, pero no había garantías de que llegase el material con total certeza ni que éste cumpliera con las certificaciones necesarias”.
Ante esto, comenzaron a buscar minuciosamente en España. “Mirábamos todo tipo de tiendas o negocios locales a través de internet, y comprábamos siempre y cuando había garantías de esos productos, porque lo estábamos haciendo con el dinero de mucha gente. Comprábamos cinco buzos de aquí, 20 mascarillas de allá. De esta forma, los pedidos se iban acumulando en casa de mis padres hasta tener un número suficiente de artículos para donarlos al hospital”, explica. En total, recaudaron más de 16.000 euros y realizaron hasta tres entregas con más de 5.700 elementos de protección: 506 buzos, 1.720 mascarillas FFP2, 3.500 mascarillas quirúrgicas y 150 litros de gel hidroalcohólico.
El mensaje tras esta campaña de solidaridad que le queda a este conquense es de “agradecimiento, a todas las personas que nos ayudaron, desde las que donaron 5 a los que pusieron cientos de euros, y al personal sanitario por su entrega. No ha sido un proceso fácil, pero gracias al trabajo de muchas personas hemos podido aportar nuestro granito de arena”. Lo que sí tiene claro Fernando es que, tras esta odisea solidaria, espera no tener que volver a tener que lanzar ninguna campaña de similares características: “Tenemos que ser conscientes y precavidos, el virus aún está ahí”.
