“Escribir es mi trabajo, mi pasión, mi forma de entender la vida”

Cree que iniciativas como ‘Los libros viajan por la provincia’, puesta en marcha por la Diputación de Cuenca, “deberían ser copiadas por todos” porque es “fundamental” acercar la cultura a los lectores de los pueblos más pequeños. Hablamos del escritor gallego Manel Loureiro (Pontevedra, 1975) que ha visitado este viernes Villamayor de Santiago para presentar su última novela ‘La ladrona de huesos’ al club de lectura de la localidad. 

¿Qué puede contar de ‘La ladrona de huesos’?

La historia empieza una fría noche de mayo en Pedrafita do Cebreiro, que es el pueblo en el que el camino francés entra en Galicia, cuando ya solo quedan 7 etapas para llegar a Santiago de Compostela. Laura, la protagonista de la novela, está cenando con Carlos, su pareja, en un pequeño restaurante en lo alto de ese pueblo. Se ausenta un momento de la mesa y cuando vuelve descubre que Carlos ha desaparecido. No solo eso sino que hasta los camareros afirman que ella ha estado cenando sola en todo momento. Imagina el desconcierto... hasta que de repente ve algo, una pequeña pista que le hace sospechar que todo el mundo está mintiendo y que alguien ha hecho desaparecer a Carlos. Esas sospechas se trasforman en certezas cuando recibe una llamada de teléfono y un hombre le dice que si quiere volver a ver a Carlos con vida solo tiene que hacer una cosa. El problema es que lo que le piden es imposible. Quieren que entre en la Catedral de Santiago, que baje a la cripta que se oculta debajo del altar, que robe los huesos del Apostol Santiago que allí se custodian y salga por la puerta para entregárselos a alguien. Y para hacer eso solo tiene siete días.

Ésta pretende ser una historia que atrape y arrastre al lector hasta la última página. De esas en las que no puedes parar de leer pero, sobretodo, espero que disfruten de una aventura, de la literatura y de la lectura. 

¿Qué supone que los clubes de lectura de los pueblos de Cuenca trabajen su novela?

Una satisfacción enorme. Que lectores de los pequeños pueblos de Cuenca me hayan escogido para ir a presentar mi libro me alegra porque nos permite llegar a esos sitios que normalmente están apartados de los grandes circuitos literarios.  Queremos estar con ellos porque son parte de la comunidad lectora. Ellos son, normalmente, la parte más olvidada y se merecen un esfuerzo especial. Es un placer el poder estar con ellos. 

Es importante llevar la cultura a los pequeños pueblos...

Es fundamental. Tenemos la mala costumbre de centrar los eventos en capitales grandes y parece que el resto del mundo no existe. Eso es algo muy frustrante porque gran parte de los lectores muchas veces se quedan como marginados porque no pueden disfrutar de experiencias a las que sí tienen acceso los ciudadanos que viven en esos grandes nucleos de población. Iniciativas como ‘Los libros viajan por la provincia’ son envidiables y deberían ser copiadas por todos. Es cierto que exigen un esfuerzo adicional por parte de las administraciones y de los autores pero aún así compensa y merecen muchísimo la pena. 

¿Qué proceso sigue para escribir sus libros? 

Concibo la literatura como entretenimiento, diversión y pasión. Leer tiene que ser alucinante para el lector porque está empleando su tiempo de ocio en ello. Teniendo en cuenta que el tiempo de ocio hoy en día es muy pequeño, el autor no puede decepcionar al lector. Una actividad tan proactiva como la lectura requiere que contemos historias magnéticas, que nuestros libros sean un ‘pasapáginas’. El contar estas historias requiere de un trabajo de documentación previo porque me gustan muchísimo los detalles. Después vuelco todo eso en una aventura que tiene como objetivo conseguir que alguien diga “50 páginas más y lo dejo pero al final le dan las 2 de la mañana leyendo porque no ha podido parar”.  Si eres capaz de hacer eso, lo estás haciendo bien. 

¿Por qué son especiales y triunfan sus libros?

Hay un montón de factores que influyen. Dicen que la fórmula del éxito tiene tres ingredientes que son un pequeño porcentaje de talento, una dosis considerable de suerte y enormes cantidades de trabajo. Y si no tienes estos tres elementos la cosa no funciona. Esa mezcla hace que un libro funcione. Además, es necesario hacer un ejercicio de humildad constante porque hay que corregir cada página una y mil veces para conseguir el mejor de los resultados. 

¿Qué es la escritura para Manel Loureiro? 

Es mi pasión, mi trabajo y mi manera de entender la vida. Creo que no ha habido un solo día de mi vida en el que no haya leído o tenido un libro cerca. 

¿Qué proyectos tiene entre manos?

No me gusta decir nada de ellos porque son como plantitas pequeñas que están creciendo y necesitan tiempo. Sí puedo decir que va a ser una historia maravillosa, que los lectores van a disfrutar un montón y que además hay muchos más proyectos en marcha. El año que viene va a ser muy intenso y estoy muy contento.