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"Me di cuenta de que la moda era lo que me gustaba, una forma de evadirme"

El joven diseñador conquense confecciona trajes de flamenca, aunque le apasiona la moda nupcial y sueña con tener su propio atelier. En la actualidad vende mascarillas con sello 'Señorito Ortega' a todos los rincones de España
"Me di cuenta de que la moda era lo que me gustaba, una forma de evadirme"
Eduardo Ortega junto a sus diseños. Fotos: Saúl García
23/01/2021 - Paula Montero

En Cuenca están sus raíces y en Sevilla halló su pasión por la moda. En especial por los trajes de flamenca que se han convertido en el buque insignia de su marca. A día de hoy regenta una de las pocas firmas de moda flamenca de Cuenca, por no decir la única, con una proyección de futuro espectacular. Una fusión conquense-sevillana que le ha llevado a mostrar su arte en forma de vestido más allá de estas dos ciudades. Hablamos de Eduardo Ortega, un joven conquense de 25 años conocido en el mundo de la alta costura como Señorito Ortega.

Siente pasión por el color, las formas, los tejidos, el volumen o la composición y considera vocacional esta profesión. Gusto y talento que ha desarrollado “gracias, siempre, al apoyo de mi madre”. En todo momento estuvo ahí para empujarle hacia su sueño y seguro sigue haciéndolo.

Desde muy temprana edad despuntaba en él el gusto por lo artístico y llegó a presentarse a varios concursos de dibujo. Con el paso de los años decidió estudiar Bellas Artes a caballo entre Málaga y Sevilla, después se inmiscuyó en el universo del patronaje, los alfileres y la máquina de coser en la Escuela Metrópolis de la capital de los volantes por excelencia. “Me di cuenta que la moda era lo que me gustaba, una forma de evadirme y estar en constante movimiento”. Además ha cursado el Máster de Protocolo y Dirección de Eventos y, actualmente, el de Patrimonio, Artes y Museos. Gracias a este amplio conocimiento del arte consigue identificar líneas y combinaciones de colores con artistas como Manet para después plasmar sobre el papel sus bocetos.

Para Ortega, “en lo sencillo está la clave del éxito”, aunque en ocasiones decide arriesgar para sorprender. Desgraciadamente, con la llegada del coronavirus muchos encargos se quedaron en el perchero sin llegar a pisar el albero del Real. Por esto decidió transformar su modelo de negocio y empezar a confeccionar mascarillas y “sinceramente no sé cuantas he hecho, pero son muchas”. Este nuevo accesorio imprescindible para la vida diaria con etiqueta ‘Señorito Ortega’ ha llegado hasta ciudades como Madrid, Valencia, Bilbao, Cádiz o Granada, entre otras. Un producto que ha tenido muy buena aceptación gracias a la difusión en redes sociales, “todo un escaparate que ha ido creciendo poco a poco sin darme cuenta”.

Este joven sueña con tener su propia tienda o atelier físico y además le apasiona la moda nupcial. Al respecto, una novia con sello Ortega vestiría una prenda especial y cuidadosa, “prácticamente una obra de arte”. Aunque también considera que “un vestido debe ser igual de bonito por fuera que por dentro” pues tan importante es el resultado final como las costuras y remates de forro y entretelas.

Remontándonos a sus inicios, confeccionó su primera falda de volantes hace tan solo cuatro años y desde ese momento no ha parado de crecer profesionalmente hasta haber conseguido subir a SIMOF, la pasarela más importante del sector a nivel nacional. Un nuevo ejemplo de talento conquense.

"Me di cuenta de que la moda era lo que me gustaba, una forma de evadirme"