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“El cartel debe llamar la atención del foráneo y sentirse como propio para los conquenses”

Enrique Martínez Gil ha sido elegido por unanimidad como próximo cartelista de la Semana Santa conquense. Un reto mayúsculo para el arquitecto y fotógrafo de Cuenca
“El cartel debe  llamar la atención del foráneo y sentirse como  propio para los conquenses”
Enrique Martínez Gil, cartelista de la Semana Santa de Cuenca 2021. Fotos: Saúl García
26/09/2020 - Mario Gómez

La Junta de Cofradías ha designado como Cartelista de la Semana Santa de Cuenca 2021 a Enrique Martínez Gil. Este arquitecto y fotógrafo conquense muy reconocido en el mundo cofrade de Cuenca será el encargado de plasmar el siempre retador sentimiento de una de las mayores semanas de Pascua de todo el país. A diferencia de años anteriores, en esta ocasión la decisión ha sido la proposición de candidatos por las hermandadades para poder elegir al candidato final. En el caso de Martínez, propuesto por la V.H. de Nuestro Padre Jesús orando en el Huerto (de San Antón) y por la Vble. Hermandad y Cofradá de Nazarenos de San Juan Apóstol Evangelista, su elección como cartelista oficial ha sido refrendada de manera casi unánime por el resto de los hermanos y cofrades conquenses.

Enrique cuenta a sus espaldas con años y años de fotografía semanasantera, con un buen número de exposiciones sobre la Semana Santa de Cuenca, desde la muestra homenaje a Pedro Mercedes en 2007, “Pasión por Cuenca (2009), “Sentimiento Cofrade” (2014), hasta la del pasado año, “Hay otra Semana Santa”. Además, ha publicar numerosos libros y ha sido colaborador habitual de las revistas como Cuenca Nazarena, editada por la propia Junta de Cofradías. Un trabajo que ha tenido reconocimiento en numerosas ocasiones con premios de fotografía e incluso llegó a ser finalista en el año 2018 del concurso que lanzó la propia Junta de Cofradías para elegir al cartelista de ese año.
Son motivos de sobra para que, en un momento de tanta incertidumbre, exista la tranquilidad de que la imagen que represente la próxima Semana Santa en Cuenca, sea más que nunca fiel a sus raíces, pero sin olvidar su atractivo hacia el exterior.

P:Antes de comentar su elección como cartelista y todo lo que ello ha conllevado y conllevará, quería preguntarle por cómo ha vivido un 2020 sin Semana Santa.

R: Pues la verdad que ha sido muy difícil. Nos hemos quedado huérfanos de un acto en nuestras calles que, aparte de la estética y todo el asunto sentimental que siempre se vive aquí con especial intensidad, la Semana Santa también era un momento para juntarte con amigos, allegados, familias, etc. La verdad que se me hizo muy raro también el hecho de vivirla confinado. Era algo surrealista. Porque si al menos hubieramos podido salir, pues bueno, intentar mostrar esa devoción, esa pasión de alguna manera, pero el estar encerrado lo hacía todo muy surrealista, demasiado doloroso. Sí es cierto que, bueno, dentro de lo malo, hizo mal tiempo, y muchas procesiones no habrían podido salir, pero nos queda casi como una justificación, algo con lo que consolarse por no haber podido vivirla con normalidad.

P: ¿Cómo acogió la noticia de que iba a ser el Cartelista de la Semana Santa de Cuenca 2021?
R: Es un honor. Ser Cartelista es algo que siempre piensas, pero siempre en la lejanía. Para mi, que llevo ya muchos años fotografiando la Semana Santa y colaborando en este sentido, es un honor muy grande.

P: ¿Qué significa para usted esta elección tras tanta devoción por la Semana Santa conquense?
R: Pues es algo que recibes con alegría. Me lo tomo como un premio y un reconocimiento. Otra cuestión es la unanimidad de toda la familia nazarena al hecho de que se te proponga y te aúpen, he engordado tres kilos en un día (risas). Siempre digo que la mayor satisfacción es sentirse querido y que te reconozcan así vale un mundo y te tapa cualquier cosa. Sí es cierto que vivimos un momento raro y hay esa incertidumbre de saber si se podrá celebrar ya no sólo la Semana Santa, sino también todos los actos que la acompañan, pues son momentos especiales. La presentación, el pregón, el concierto de Cuaresma...todos esos momentos están en el aire y me fastidiaría que no hubiera continuidad. Por eso espero, aunque sea al año siguiente, que se mantuviese esa elección como Cartelista. Aunque también es verdad que sería otro año perdido. El tiempo diluye las cosas y es tan importante lo que se hace como los tiempos en los que se desarrolla un cartel. Pero espero ser Cartelista en 2021 porque supondría que las cosas a nivel médico son favorables.

P:¿Sería posible que en caso de no poder ser Cartelista en 2021, lo fuera al año siguiente?
R: No lo sé. También dependería de si el cartel se llega a presentar o no. No sé si a nivel de estatutos es posible u ocurriría como pasó con el pregonero. Entendería que si se anula, todo ese proceso se iniciara con vistas al 2022. También eso marca los tiempos, porque sabría si la obra tiene que estar para enero o para el año siguiente. El cartel no es un plato de paella. Las cosas tienen sus tiempos y sino lo haces en su momento, no queda igual. Se podría hacer y guardarlo, pero perdería esa magia y habría que ‘recalentarlo’ y que no se notara todo el tiempo pasado.

P: ¿Nota presión a la hora de coger este encargo como Cartelista?
R: Nos hemos acostumbrado a que el cartel y el cartelista sean objeto de polémica. Yo le quiero quitar hierro al asunto. Es algo que comentas con gente de otros lugares y no llegan a entender. También creo que con las redes se ha convertido en casi un juego el opinar sobre el cartel y los cartelistas. Obviamente tienes presión, pero porque sé que la gente esperamucho de mí. Pero estoy acostumbrado a trabajar así y eso hace que te salga ‘callo’. Al trabajar de cara al público sabes que lo que plasmas tiene su opinión en la gente. Al final, lo que persigo es ser fiel a mí mismo y la mejor manera de quitarse esa presión es hacer lo que uno sabe, para eso me han propuesto y haciendo eso no tengo de qué preocuparme.

P: Remarca eso de ser ‘fiel a su estilo’, ¿Cómo describiría que es ese estilo?
R: Es cierto que una fotografía como tal es difícilmente aplicable a un cartel, porque lo que busco es la foto de calle, de robados, cosas, detalles poco habituales, etc. Son vistazos fugaces. En un cartel hay que coger detalles de vistas diferentes, buscar un equilibrio entre formas, a nivel de composición, pequeños detalles y algo más de diseño gráfico o la arquitectura más que en una fotografía tipo callejera. También me gusta mucho aplicar el blanco y negro para que el color no distraiga de lo que se quiere mostrar y potenciar mucho los detalles, los matices, para que el que mire el cartel haga un viaje por cada uno de esos puntos o detalles y, a su vez, tengan en conjunto un grato sentido para el observador.

“El cartel debe  llamar la atención del foráneo y sentirse como  propio para los conquenses”

P: Con lo cual supondrá un reto mayúsculo para usted.
R: Sí. Pero también tengo la experiencia de hace dos años cuando me presenté al concurso de Cartelista. Lo hice como casi un juego, para ver si era capaz. Ahora comprendo que es algo muy diferente al hacer un cartel desde una fotografía. Me di cuenta de que hay cosas que pueden valer para formar parte de un cartel y otras que no. El cartel debe ser algo que llame la atención rápido, inculque un mensaje con un solo vistazo, reconocible, original y tener otras características que una sola fotografía pueda cumplir. Por eso cuando me presenté en 2018 me sentía como si fuera con una mano atada, porque tampoco me gusta manipular mucho las fotografías. Me gustan los retos, y tengo en mente un sistema de imágenes que pueda cumplir esos requisitos de cartel que no logré anteriormente.

P: Entiendo que ya tiene en mente la imagen o el proceso a seguir para ese futuro cartel de la Semana Santa de Cuenca
R: Más que la imagen, lo que sí tengo estructurado es el camino. Es algo que me vendrá muy bien, porque fue algo que ya andé en su día cuando me presenté al concurso. Normalmente, lo más difícil a la hora de elaborar algo así es conseguir la idea y encajarla a esa cuadrícula que uno tiene en mente y que se impone. Tengo mucho andado en este asunto. Hay que encontrar la idea, pero tengo claro los requisitos y el programa que debería tener en primer lugar un cartel, y en segundo, un cartel respresentativo de la Semana Santa de Cuenca, teniendo en cuenta todas las expectativas que eso supone.

"A la hora de hacer un cartel, hacer referencia al momento que se vive es fundamental. Por eso creo que es crucial que tenga un recuerdo de lo que ha sido esta enfermedad"

P: Es obvio que ese cartel debe plasmar todo lo que represente la Semana Santa de Cuenca pero, ¿habrá alguna referencia al hecho de que no haya podido celebrarse en 2020?
R: Pues, a modo de avance, sí puedo decir que tengo idea que, de alguna manera, haya referencia a ello. Creo que a la hora de hacer un cartel, hacer referencia al momento en el que se realiza es fundamental. Por eso es crucial que tenga ese detalle. Aún no sé cómo lo haré o cómo será, depedenderá del trabajo y los plazos, pero mi intención es que tiene que haber un recuerdo de lo que ha sido esta enfermedad y lo que ha provocado en nuestra sociedad.

P: ¿Qué le gustaría que sintese una persona al ver ese futuro cartel de la Semana Santa de Cuenca?
R: Pues es complicado, porque el cartel debe llamar la atención del foráneo y debe sentirse como propio para los conquenses. Al de fuera debe generarle un interés suficiente para animarlo a que pase unos días en nuestra ciudad para vivir una Semana Santa única en todo su esplendor. Y para los de aquí debe ser como algo que sintieran como parte de ellos mismos, e incluso que, ojalá, les llegue a emocionar. Hay que buscar esa originalidad para que no pase desapercibido, para bien claro (risas). La mejor señal es que la gente se lo quiera guardar. Todo el mundo, y yo me incluyo también, intentamos guardar siempre los carteles de Semana Santa, incluso las ediciones especiales. El que el cartel te lo pida la gente, que se vea en las tiendas, marquesinas, que los conquenses lo hagan suyo será quizás la mejor señal de identidad. Que lo quieran para tenerlo en sus casas o incluso que te piden que lo firmes, con eso me daría más que contento al saber que esas familias tienen en su hogar un pedazo de mí.

P:¿Cuál sería su mayor deseo para la futura Semana Santa de 2021?
R: Como te decía, primero que haya Semana Santa, porque sería una señal de que, como mínimo, ha mejorado la situación actual o, mejor aún, hemos logrado superar esta enfemerdad. Y lo segundo, en relación a esto último, que todo vuelva a ser como antes, que nos podamos volver a abrazar, porque, para mí, es una de las cosas que más echo de menos. El poder estar con los tuyos sin ese temor o miedo a que pueda uno contagiarse o caer enfermo. Antes, esa cercanía era algo tan normal y rutinario, que ahora que no podemos hacerlo se ha vuelto en algo fundamental para recuperar y vivir una gran Semana Santa.

“El cartel debe  llamar la atención del foráneo y sentirse como  propio para los conquenses”