“Ahora estamos siendo conscientes del gran tesoro que tiene Cuenca, su Semana Santa”

Mantener viva la llama. Es el objetivo principal de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca con la programación alternativa que ha preparado para estos días tan señalados ante la imposibilidad, por segundo año consecutivo, de que los cortejos procesionales puedan recorrer las calles de la capital.

Su presidente, Jorge Sánchez Albendea, se muestra ilusionado y satisfecho con esa programación, que ha sido posible, tal y como ha recalcado, por el apoyo de “tantos y tantos nazarenos y conquenses, que no han dudado en ponerse manos a la obra”.

Aun así, muestra su pesar por esta nueva suspensión de los cortejos procesionales por la pandemia de la Covid, que, según dice, es “más dolorosa, si cabe, que la del año pasado”, entre otros motivos, porque “esta vez no estaremos confinados en casa, sino que estaremos por la calle y se echarán más en falta aún ver nuestras imágenes recorriendo la ciudad”.

Una sentida ausencia que lleva consigo el hecho de que “ahora los conquenses estamos siendo conscientes del gran tesoro que tiene Cuenca, su Semana Santa”.

Invita a los ciudadanos a participar activamente en esta programación, “a disfrutarla, a vivirla, y, de esta manera, a compartir un sentimiento común en torno a esta celebración tan importante para todos, como es la Semana de Pasión”.

¿Cómo espera que vaya a ser esta Semana Santa?

Pues, yo creo que va a ser mucho más dolorosa para todos que el año pasado. Y es que en 2020 estábamos todos encerrados en casa, pero, en esta ocasión, vamos a estar en la calle, con más o menos restricciones, pero en la calle. Imagínate desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección en la calle y sin ver a nuestros pasos, nuestras procesiones y el ambiente propio de estos días, lo que pienso que va a ser más duro para todos. Por eso hemos organizado todas las actividades programadas.

Bueno, pero esto tiene también una lectura muy positiva, que quiero destacar. Y es que yo creo que ahora todos los conquenses estamos siendo conscientes del gran tesoro que tiene Cuenca, su Semana Santa, cada uno desde un punto de vista, ya sea económico, tradicional, religioso, etc. Y es que es evidente que lo que la Semana Santa aporta a Cuenca no es mucho, es muchísimo. Y no me refiero exclusivamente a lo económico, aunque el impacto que tiene es brutal.

Aunque no haya procesiones, ¿cree que Cuenca va a vivir y sentir la Semana Santa?

Desde luego, va a sentir la Semana Santa de manera diferente. Y lo vamos a tener que vivir de manera diferente. Pero el sentimiento está ahí y cuando las cosas se ponen mal, como es el caso, todavía se va a afianzar más el sentimiento de todos en torno a la Semana Santa. Y eso creo que va a ser doloroso. De hecho, en los últimos previos a la Semana Santa, hay mucha gente que me para por la calle y se emocionan cuando me hablan de que otro año sin procesiones. Será, por lo tanto, algo diferente, pero hay que pasarlo y ya está.

Además, los nazarenos vivirán, como otros años, su Semana Santa particular, asistiendo no solo a las muchas actividades que se han organizado sino también a la gran cantidad de actos litúrgicos que se celebran a lo largo de la Semana de Pasión. Nosotros, por ejemplo, desde la Junta de Cofradías, vamos a participar en la Eucaristía de Bendición de Palmas en la Catedral el Domingo de Ramos. O sea que todo ese sentimiento, sí que va a estar ahí.

Y va a estar ahí, también, porque, al fin y al cabo, todos nos encontraremos por la calle, coincidiremos en una exposición, en la iglesia visitando a algún paso, etc. Todos coincidiremos en algún momento en estos días y, bueno, ese sentimiento semanasantero, creo que, incluso, se va a ver reforzado.

¿Qué llamamiento, qué mensaje lanzaría a la ciudadanía?

El primer llamamiento es el fundamental; es decir, que respetemos todo lo que se nos dice en lo relativo a restricciones y medidas de seguridad sanitaria. Ahora que parece que todo va a tender a mejor y vemos la luz al final del túnel, que hagamos el último esfuerzo para salir de esto y volvamos a recobrar la normalidad.

Y luego, más en relación a la Semana Santa, les diría a los conquenses que vivan la Semana Santa con la misma fe, con la misma devoción, con la misma esperanza, con la misma alegría que lo hacemos todos los años. Teniendo claro que esto es un paréntesis que nos toca vivir y que lo que tenemos que hacer es salir más reforzados, si cabe, de ello. Y estar todos, como digo, cumpliendo todo lo que se nos dice, porque, como ya decía el año pasado y espero que esta vez no me equivoque, el año que viene tenemos que tener la mejor Semana Santa de la historia. Y tenemos que estar todos ahí.

Una vez elaborado el programa alternativo de actividades, ¿desde la Junta de Cofradías ya se está pensando en la Semana Santa de 2022?

Bueno, yo sí. Ya estoy dándoles vueltas a las cosas de cara a la Semana Santa del próximo año. Es inevitable. Yo creo que al final el que todo resulte bien o mal es cuestión de anticiparse, como en la vida. Algo que es lo que hemos hecho este año, desde septiembre trabajar en dos escenarios; es decir, si se celebran las procesiones o no. Es mucho más trabajo, claro que lo es, pero es lo que toca. Esperamos que el año que viene no tengamos nada más que un único escenario que sea ver los pasos en la calle.

¿Satisfechos con el trabajo realizado en el programa de actividades de este año?

Estamos muy satisfechos, porque, en verdad, es un programa que tiene de todo, cosas presenciales y online, para todos, ya sean mayores, niños, familias, etc., con actividades de nivel cultural muy alto, otras con mucho sentimiento, de relevancia nacional, etc. Vamos, que creo que tiene todos los condicionantes para que a todo el mundo le guste. Satisfechos estamos y, más aún, porque detrás de esta programación tan amplia y variada hay tantos y tantos nazarenos y gente de Cuenca que no han dudado en ayudarnos para llevarla a cabo. Esto hubiera sido imposible hacerlo solo nosotros. Ante las ideas que teníamos, no han dudado en volcarse en ellas. De ahí que estaré doblemente contento cuando la gente comience a disfrutarlas y les guste. Estoy convencido que les va a gustar.

¿Con qué objetivo final se ha organizado este ambicioso programa de actividades?

Sin duda, intentar mantener viva esa llama, ese sentir semanasantero. Ha sido difícil, porque ha habido que adaptarse a la situación actual, pero lo teníamos claro desde el principio y aunque nos vinieran las cosas mal dadas, era cuando más había que estar ahí. Estamos contentos de lo conseguido y ahora lo que falta es que la gente vaya y participe, porque para eso se han hecho.