En 1950 Luis Clemente fundó en Cuenca una fábrica de patatas fritas a la que llamó La Clementina. El joven futbolista de la UB Conquense y posterior entrenador apostó por este negocio que compaginaba con su carrera deportiva. Abrió un pequeño obrador en la calle Colón y años después, con el crecimiento del negocio, compró un local en la calle del Agua donde instaló una pequeña fábrica para poder ampliar la producción.
En esos años, Pedro Javier Sanz empezó a interesarse por el negocio, ayudaba los fines de semana en el embolsado de las patatas y en 1980 abrió una empresa de venta de golosinas, mientras que Julián Calvo ayudaba a pelar patatas y a hacer el reparto por los céntricos bares y tiendas durante las vacaciones de verano.
Diez años más tarde, en 1990, Luis Clemente se jubiló y ofreció a Sanz quedarse con la empresa. Pedro Javier aceptó la oferta y junto a su socio, Julián Calvo, adquirieron La Clementina. Continuaron operando en la pequeña fábrica de la calle del Agua, pero dos años más tarde decidieron trasladar la producción a una nave del Polígono Industrial Los Palancares y dejar el céntrico local únicamente como punto de venta. Si bien, en 2015 la tienda se trasladó a la calle Sánchez Vera.
“Continuamos creciendo y compramos otra nave para poder tener un almacén, oficinas y vender al por mayor”, recuerda Julián Calvo quien asegura que la expansión de la empresa ha sido “progresiva”.
Ahora, en este 2025 La Clementina cumple 75 años manteniendo la misma filosofía y espíritu con la que abrió Luis Clemente. La fabricación de las patatas, aunque ha evolucionado hacia la mecanización, sigue siendo tradicional y con materias de primera calidad.
Compran patatas de variedad agria de Mariana, Sotos y Villaconejos de Trabaque, entre otros municipios, cuando llegan a la fábrica se pelan, lavan y cortan con una máquina, después pasan a un gran caldero con aceite donde se fríen durante aproximadamente cinco minutos.
Una vez fritas se trasladan a una especie de lavadora gigante que centrifuga con mimo las patatas para retirar el exceso de aceite y conseguir que no queden grasientas. Una vez listas pasan a cajas para proceder al embolsado. “De lunes a viernes freímos unos mil kilos de patatas cada día”, señala Julián Calvo.
Actualmente tienen en plantilla a 17 personasActualmente la plantilla la integran 17 trabajadores, tienen más de 1.100 clientes repartidos por la provincia de Cuenca y otros puntos de la geografía castellanomanchega. Y, a parte de sus propios productos, venden también marcas reconocidas como Nestlé o Cuétara.
Con motivo de este 75 aniversario, desde La Clementina sienten “orgullo” al recordar su historia y evolución y solo pueden dar las gracias a su clientela, especialmente a los conquenses, porque “esta es una marca muy querida y muy valorada por la gente de Cuenca”, concluye Julián Calvo.
