¿Conocen esa sensación de paz y bienestar que desprenden algunos lugares? Esto es lo que van a sentir si cruzan el umbral de la puerta de El Bálsamo, un alojamiento rural de Belmonte con categoría cinco estrellas que no deja indiferente a nadie. Fue el primer establecimiento de la provincia en obtener esta distinción y no es para menos.
Sus habitaciones dobles, apartamentos de dos dormitorios con cocina privada para pequeños grupos familiares o de amigos y una Villa independiente de 4 dormitorios perfectamente equipada con cocina, comedor y jardín propio con barbacoa hacen de El Bálsamo uno de los alojamientos mejor valorados de la zona.
A esto hay que sumar su porche y patio exterior donde sus huéspedes tienen la oportunidad de disfrutar de un exquisito desayuno elaborado con productos gourmet, leer un libro bajo la sombra de una parra centenaria o sumergirse en su piscina. Pero sin duda, sus diferentes cuevas son su sello de identidad. Especialmente la que esconde en su interior una piscina termal salina de la que los clientes pueden disfrutar en la más absoluta intimidad, viviendo así una experiencia única e inolvidable. Es imposible elegir entre sus múltiples rincones, todos tienen algo especial y son protagonistas.
En definitiva El Bálsamo es el escenario perfecto para vivir una experiencia de bienestar integral única porque, tal y como señala su propietario José Ángel Gómez, el objetivo es que la gente que se aloja aquí se sientan bien por dentro y por fuera. Tan importante es mimar el cuerpo con una buena alimentación durante el desayuno que sirven cada mañana como dejarse cuidar por manos expertas en masajes y tratamientos de belleza. En El Bálsamo todo tiene sentido, todo está pensado al detalle. Y todo ello es obra de José Ángel Gómez pero también de su esposa, María José Fernández y de sus hijos. “Es un proyecto familiar en el que todos hemos colaborado, tiene nuestro sello”, señala Gómez.
Y así es como han convertido esta antigua casa solariega en un lugar que aporta serenidad en pleno corazón de La Mancha conquense. Es perfecto para parejas, pero también para un viaje en familia porque en cada recoveco del alojamiento hay un guiño a los más pequeños de la casa. Camitas con dosel, peluches sobre las almohadas, incluso una zona de juegos con aire vintage hacen las delicias de los niños y niñas que pasan por aquí.
Al fin y al cabo de lo que se trata es de conseguir que cada persona se sienta especial en todo momento. De ahí que personalicen al máximo cada estancia y sus propietarios traten con familiaridad y cercanía a cada persona que les visita. Celebraciones de cumpleaños con un pequeño detalle de cortesía, pedidas de matrimonio en una habitación preparada para la ocasión o despedidas de soltera inolvidables marcan la diferencia.
Desde que abrió sus puertas en 2020, varios cientos de personas han pasado por El Bálsamo y han quedado prendados de sus instalaciones. Prueba de ello es que la mayoría de sus clientes les conocen por el boca a boca.
Además, más de 50.000 personas siguen su cuenta en Instagram y seguro que muchos, tan solo con ver las instantáneas que publican, soñarán con hospedarse aquí al menos una vez en la vida. El Bálsamo es mucho más que un alojamiento rural cinco estrellas, es un oásis que conquista a cualquiera.
