Muy pendientes de Las 500

Vuelta al trabajo para el San José Obrero, que ha iniciado esta semana la pretemporada de la campaña 2025/26. Muchas caras nuevas, un perfil de jugador joven y mucha ilusión caracterizan al combinado rojillo, dirigido una temporada más por Adrián Algarra. Más allá del ámbito meramente deportivo, el club está muy pendiente de las obras en el Obispo Laplana y de cómo pueden afectar al inicio de la temporada.
“Con mucha ilusión, como todos los años”, traslada Algarra, quien analiza que hay “muchas caras nuevas” procedentes del filial –el CD Ciudad Encantada– y del Conquense B, mayormente, a los que se han sumado otros fichajes. Como viene siendo habitual, la juventud vuelve a marcar el perfil del jugador obrerista. “Si el año pasado la edad media estaba en 23-24 años… este año estaremos en 21-22”, analiza el técnico, corroborando que, al igual que otras temporadas, el objetivo es la permanencia. “Somos un club humilde económicamente y con las condiciones que tenemos, debemos hacer lo máximo para mantenernos en la categoría”, señala, apuntando que conoce a buena parte de estos jóvenes jugadores, lo que sin duda les ayudará para conseguir el objetivo.
LAS 500, LA INCÓGNITA
En este inicio de pretemporada no todo han sido buenas noticias para el San José Obrero, que ha mostrado su malestar durante este verano por la tardanza en las obras que incumben al Obispo Laplana, campo en el que juegan. La Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha ya les avisó de que no podrían jugar en este espacio si las obras continuaban, ya que no está permitido carecer de vestuarios. Especialmente curiosa era la estampa de la pasada temporada, viendo a los equipos subir y bajar en fila desde el Polideportivo Samuel Ferrer. De hecho, anunciaron que solicitarían jugar en La Fuensanta. Más allá de lo que atañe al cuadro obrerista, han recordado también que en el campo se juegan numerosos partidos de todas las categorías y de todos los clubes de la ciudad, por lo que acomodarlo supone un beneficio para todos, no solo para el San José.
“El Ayuntamiento se ha comprometido a que los vestuarios estarán acabados y, por lo tanto, jugaremos la temporada aquí”, traslada Algarra, confuso por el ‘mareo’ de saber dónde pueden o no pueden entrenar o jugar. “Queríamos estar en casa. Las mejores condiciones no se darán, pero estar aquí ayudará a que el club cumpla objetivos, sobre todo económicos, porque somos el equipo del barrio”, recuerda el técnico. Más allá de los necesitados vestuarios, cabe recordar que la deshabilitada grada tampoco está disponible, aunque al parecer del técnico se antoja que “va para largo”.
También sería necesario un vallado que la FFCM no requiere, pero que sería importante. “Cada vez que venimos a entrenar está ocupado por gente que se cuela, juegan aquí todos los días, hay vandalismo…”, recuerda el entrenador. Más allá de lo que atañe al cuadro obrerista, han recordado también que en el campo se juegan numerosos partidos de todas las categorías y de todos los clubes de la ciudad, por lo que acomodarlo supone un beneficio para todos, no solo para el San José.
Algarra confía en que, a pesar de estos inconvenientes, la temporada siga adelante, ya que su proyecto mira a largo plazo. “Es un cambio general, hay gente que ya ha cogido minutos y que está dando pasos adelante. Eso es lo que hace que el cuerpo técnico esté muy satisfecho con ellos y seguir trabajando”, concluye.