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Caracalla: ¿Estadista o monstruo? El nuevo libro de Juanra Fernández bucea en su figura

El cineasta conquense construye un relato ficticio en torno a la vida del que ha pasado a la historia como "uno de los emperadores malditos de Roma"
Caracalla: ¿Estadista o monstruo? El nuevo libro de Juanra Fernández bucea en su figura
28/11/2020 - EFE

El emperador Caracalla ha pasado a la historia como uno de los "emperadores malditos" de Roma, en parte porque fue "el más difamado" de su dinastía, según el escritor conquense Juanra Fernández, que ha dedicado su cuarta novela a este personaje poco conocido, que tuvo grandes logros como estadista y militar.

En una entrevista con Efe, Fernández (Cuenca, 1970) desvela las líneas argumentales de su novela 'Caracalla y yo', que acaba de llegar a las librerías, en la que construye un relato ficticio en torno a la vida de este emperador bastante desconocido, ya que fundamentalmente ha trascendido por dar nombre a unas famosas termas de Roma.

Y también es recordado por el edicto que promulgó en el año 212, conocido como el 'Edicto de Caracalla' (en latín, constitutio Antoniniana), de gran trascendencia, ya que extendió la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio.

Fernández explica que su interés por Caracalla nació cuando en un viaje a Italia vio un conocido busto de este emperador, cuyo verdadero nombre era Marco Aurelio Antonino Basiano (su apodo deriva de una capa que le regalaron los soldados en las campañas de Germania), en el que aparece de lado frunciendo el ceño, una característica que lo sitúa como "uno de los retratos más llamativos del mundo antiguo".

A raíz de ese retrato le cautivó el personaje y se dijo que iba a indagar en su historia, ya que hay muy poca documentación sobre él, apunta el autor, que comenta que en principio encontró básicamente escritos no coetáneos a este emperador, en los que se le vilipendiaba "brutalmente" y se le atacaba "por todos los lados", pero que le hicieron ver que estaba ante un personaje muy interesante.

Por ejemplo, se le acusaba de tener una relación incestuosa con su madre, Julia Domna, como habían difundido algunos historiadores "para tergiversar la historia y oscurecer aún más la figura del que definían como tirano".

Pero después Fernández encontró escritos del siglo IV recopilados en la Historia Augusta, que son los más antiguos que hay sobre Caracalla, en los que se indica que no era hijo de Julia Domna, sino de Marciana, la primera mujer que tuvo su padre: el también emperador Septimio Severo.

El interés de Juanra Fernández por Caracalla nació en un viaje a Italia, donde vio un conocido busto de este emperador

Pero era un personaje contradictorio, que pasó de ser una persona que odiaba la sangre -hasta el punto de que no podía ir a los espectáculos circenses-, al uso profuso de la violencia tras asesinar a su hermano Geta, con el que compartió el poder durante un tiempo, hecho que el novelista atribuye a un accidente.

A partir del fratricidio, su carácter cambió totalmente y se convirtió "en el que fue probablemente el mayor genocida que hubo en el imperio romano", aventura Fernández.

Uno de los episodios más famosos y cruentos de su historia, que aparece en la novela, es el que tuvo lugar en Alejandría, una ciudad muy hostil con él, donde asesinó a todos jóvenes de la ciudad, a los que engañó prometiéndoles incorporarlos a su ejército.

Esta cara violenta lo convirtió en "uno de los emperadores malditos de Roma", apunta Fernández, a pesar de que como estadista también tuvo una actividad destacable, según demuestra la promulgación del edicto que hizo a todos los habitantes del Imperio ciudadanos romanos (lo que permitió cobrar más impuestos y engrosar las arcas imperiales).

Otra de sus decisiones destacadas en el ámbito administrativo y económico fue cambiar la moneda, al proceder a reducir el tamaño y la cantidad de plata en los denarios, que se pasaron a llamar antoninianos y posibilitaron un ahorro considerable a las finanzas del Imperio romano.

Y también fue destacable su faceta militar, ya que fue el único emperador que consiguió derrotar, en cierto modo, a los partos, aunque fue una victoria efímera porque murió pocas semanas después en la antigua ciudad de Edesa (la actual Turquía), asesinado por Macrino, uno de sus soldados de confianza, que lo sucedió como emperador.

Juanra Fernández recrea su periplo vital a través de la narración en primera persona de Manio Octavio Novato, un personaje ficticio originario de la antigua ciudad romana de Segóbriga, que se ubica en lo que hoy es Saelices (Cuenca), que utiliza como hilo conductor y narrador convirtiéndolo en uno de los asesores de Caracalla y persona de su confianza.

Se trata de la cuarta novela que publica Juanra Fernández, tras 'Más allá del Eliseo', 'Quinto' y 'Yo maté a Cristo', las cuatro ambientadas en el Imperio Romano, al igual que los cuatro tomos del cómic 'Gloria Victis', que ha creado junto al dibujante Mateo Guerrero y al colorista Javi Montes, que ha sido traducido a seis idiomas tras ser publicado por la editorial francesa Éditions Le Lombard.

Roma es la gran pasión de este polifacético autor conquense, que además de escritor es músico y cineasta, lo que se refleja también en 'Caracalla y yo', que está prologada por el actor Fernando Tejero.

En esta faceta ha estrenado este año 'Rocambola', su tercera película (tras 'Para Elisa' y 'De Púrpura y Escarlata') que protagonizan Juan Diego Botto, Sheila Ponce, y Jan Cornet, que está previsto que empiece en breve su distribución internacional, donde su director confía en que tenga una buena acogida tras haber recibido reconocimientos y premios en festivales de Nueva York, Málaga (Colombia) y Bombay.